Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta
y sexóloga.
Pregunta: Hola Rocío, buena tarde. Soy Ramiro, tengo 33 años y gozo de una bella relación desde hace cinco años. Crecí en una familia de puras mujeres entre mis tres hermanas y mi mamá, ya que mi papá falleció siendo yo bebé. Cuando era muy pequeño mis hermanas jugaban a vestirme de niña, lo recuerdo bien porque cuando fui la primera vez al kínder quería llevarme alguno de mis vestidos y comencé a llorar porque mi mamá me impuso un feo pantalón. Después de eso desaparecieron los vestidos y jamás me los volvieron a poner. Me cuentan mis hermanas que mi mamá las regañó y les dijo que si me volvía gay iba a ser por su culpa.
Cuando tenía 14 años, un día me quedé sin ropa interior limpia, era temporada de lluvias y mis prendas estaban húmedas, sin que nadie se diera cuenta, tomé unos calzones de una de mis hermanas, eran todos de encaje, muy sexys. Me los puse y tuve una erección muy fuerte y me masturbé muchas veces con ellos puestos. La simple sensación del encaje me excitaba.
Mi pareja y yo nos llevamos muy bien, tenemos buen sexo. Ella es agente de ventas farmacéutico y viaja mucho. Te escribo Rocío porque cada vez que ella se ausenta, yo me visto con su ropa, me encanta ponerme una ceñida falda de cuero que yo mismo le compré, uso sus calzones de encaje, sus medias de red, sus zapatos altos de charol negro y me maquillo siempre discreto, me gustaría comprarme una peluca pero pienso que ella me descubriría; me gusta verme sensual y nada vulgar.
Luego me tomo selfies y me masturbo, ella no sabe nada de este gusto que tengo. No sé si decirle porque es conservadora, aunque a veces me da la impresión que es reprimida y temo que lo tome a mal
o piense que soy gay, ¿qué hago?
Respuesta: Hola Ramiro, mil gracias por la confianza. Primero quiero aclararte la diferencia entre un trastorno de travestismo y la parafilia de travestismo.
El trastorno de travestismo es una intensa y recurrente excitación sexual derivada del hecho de travestirse, es decir, vestirse con ropa del sexo contrario y debe cumplir algunos criterios, como ocurrir durante un periodo de al menos seis meses y las fantasías, deseos irrefrenables o comportamientos a este, deberían causar malestar e intranquilidad en quienes lo presentan.
La parafilia es un desvío de índole sexual y se trata de una conducta íntima donde el placer se obtiene mediante una actividad diferente a la relación sexual. Las parafilias son consideradas inofensivas aunque hay sus excepciones, la tuya no es el caso.
Como ves mi querido Ramiro, tú tienes un gusto por usar ropa femenina, es un placer, no te provoca malestar e intranquilidad, como en el trastorno de travestismo.
Con este argumento puedes abrirte a tu pareja y confiar que este placer en lugar de alejarlos, pueda acercarlos. Ser travesti, no significa ser gay, aunque hay gays que son travestis. Tú lo utilizas en soledad para excitarte y masturbarte. No sales a la calle así, no sé si ha pasado por tu mente salir vestido de mujer, eso puede llegar a ser un poco más complejo y necesitarías de un cómplice, probablemente pueda ser tu mujer.
Creo que lo que en este momento te está causando conflicto no es tu travestismo, sino el secreto que le ocultas a tu pareja.
¿Qué crees que ocurra si te excitas vestido de mujer enfrente de ella? ¿No crees que ella podría formar parte de la fantasía y ampliar para ambos su repertorio sexual? ¿Cuánto tiempo crees que lo puedas mantener en secreto? ¿Si ella tuviera un gusto como el tuyo, te gustaría que lo compartiera o que te lo ocultara? ¿Crees que ella no haya notado que usas sus prendas durante su ausencia?
Responde estás preguntas y acepta en totalidad tu gusto por la ropa femenina. Creo que en general tanto a hombres como a mujeres nos encantan, son hermosas, delicadas, sexys y eróticas, ya sea de satín, algodón o encaje, se antoja ponérsela, quitársela y ¡quitárnoslas!
Intza69@yahoo.com