Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.

Hola Rocío, ¿cómo estás? Soy Jessica, tengo 37 años y estoy casada desde hace siete. Mi esposo  tiene 39 años y tenemos una vida sexual excelente, tenemos muy buena comunicación y somos buenos amigos. Hemos tenido aventuras con otras personas, hacemos tríos sólo con hombres. A mi esposo le encanta filmarme mientras tengo sexo con otros y luego se masturba viendo mis películas. Hace como 7 meses encontramos a un hombre muy varonil y guapo para hacer tríos. Disfrutamos mucho con él  y luego platicábamos las experiencias ya a solas, eso nos volvía a excitar y teníamos encuentros sexuales de película. Lo veíamos cada 15 o 20 días.

Una de tantas veces las cosas se pusieron muy calientes, los tres estábamos muy excitados, tanto que de pronto mi marido tuvo sexo con él. En ese momento me excito muchísimo ver como lo hacían los dos. Nunca me había sentido tan excitada como ese día. Ellos también lo disfrutaron mucho. Mi esposo no dejaba de platicar de cómo lo habíamos hecho, lo hot que nos pusimos y lo mucho que nos había gustado.

Después de eso apenas habían pasado tres días y Martin (mi esposo) volvió a buscarlo para pedirle que nos viéramos lo antes posible. El accedió inmediatamente y al día siguiente nos volvimos a ver. Todos sacábamos chispas, estábamos en ebullición. Esta actividad se volvió cada vez más frecuente pero a mí me empezó a incomodar. Las sesiones se comenzaron a orientar a ellos dos y sólo me tomaban en cuenta cuando me decían cómo y dónde querían su fotografía o su video.  Yo ya no era el centro de atención de ambos, más bien era su fotógrafa, prácticamente me sacaron de foco. Mi esposo se ve mucho más feliz que cuando sólo estaba conmigo. De hecho me ha insinuado que le gustaría que viviéramos todos juntos.

Nosotros seguimos teniendo sexo solos, no tan intenso como antes, la verdad eso me puso a dudar y le pregunté  a Martin que si se había vuelto gay, pero él me lo negó completamente. Él dice que me sigue amando mucho, y que también se siente muy atraído por el otro, yo lo veo enamorado y muy ilusionado. Rocío sácame de esta duda. ¿Mi marido es gay?

Respuesta:

Hola Jessica, gracias por la confianza. La pregunta que me haces es realmente complicada.

Lo interesante de tu caso es que Martin quiere llevar a vivir a su compañero sexual  con ustedes, tú dices que tu esposo está muy feliz con ambos. Él no quiere dejarte, han seguido teniendo relaciones entre ustedes y te dice que se siente muy atraído por la otra persona.

Mira, en la antigüedad la mayoría de las personas eran polígamas. La monogamia (y la familia) nació por motivos económicos y prácticos para repartir los bienes a sus descendientes. Luego el amor romántico de la época victoriana del siglo XIX lo reforzó.

El poliamor significa que puedes tener más de una relación a la vez. No es una infidelidad, porque tú estás involucrada en todo. Lo que tu esposo te está proponiendo nace de esa necesidad de tener relaciones diversas y eclécticas. En estas relaciones no es sexo y nada más, el compromiso es emocional y amoroso con cada persona tanto en lo bueno como en lo malo.

Lo más seguro es que ni Martin lo tenga muy consciente, te lo dijo como una necesidad y nada más. Creo que puede estar disfrutando su bisexualidad y al mismo tiempo querer vivir una experiencia como el poliamor. Esta práctica aunque no está muy registrada, cada vez se vuelve más frecuente.

Es importante que tu esposo te explique con mucha precisión qué es lo que desea para que lo puedas comprender. También piensa si tú vas a estar de acuerdo con esta propuesta e igual la otra persona que está involucrada.

Como sucede en  pareja, en este tipo de relaciones la claridad en la comunicación es esencial. Por ejemplo, tienes que decirles que las últimas veces te has sentido excluida, eso es muy importante en estas relaciones, pues si alguien se siente excluido no funciona.

Jessica, en este tipo de convivencias existen muchos estigmas sociales, se necesita mucha apertura, comprensión, confianza y aceptación con todas sus parejas y digo parejas porque en el poliamor no hay una sola manera de ser. Se pueden hacer de tres o de más personas, pueden o no vivir bajo el mismo techo. Hay variantes que los poliamorosos llevan con reglas específicas aunque la principal es el rechazo a la exclusividad sexual. En este tipo de relaciones se invierte mucho esfuerzo. Y aunque es otra manera de vivir las relaciones no son nada fáciles.

La otra parte de la moneda es que con el completo apoyo y confianza de las personas involucradas el poliamor puede ser una experiencia personal y sexual abundantemente deliciosa.

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