Hoy Querétaro sufre un estrés hídrico por falta de una Ley de Aguas, es decir, por la ausencia de un marco legal estatal y la incorporación del derecho humano al agua reconocido en la Constitución general.

Lo hemos venido señalando con mucha puntualidad, el hecho de que Querétaro carezca de una Ley de Aguas, lo que trae consigo muchas inconsistencias para el ahorro y aprovechamiento del vital líquido y que, traducido en otras muchas medidas, en cada casa u hogar paguemos el precio justo del agua que ocupamos.

Hoy, ante la carencia de la Ley de Aguas, existe una baja observancia de la normatividad por los particulares en las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores de competencia estatal, débil capacidad de vigilancia e inspección y opacidad en la certeza, derechos y sanciones dentro del procedimiento administrativo.

Asimismo hay déficit hídrico en la porción queretana de la cuenca Lerma-Chapala que afecta la zona metropolitana, lo que ha implicado el transvase de agua de la cuenca del Pánuco, supresión de áreas de recarga para los acuíferos en la zona metropolitana, debido al crecimiento urbano, falta de corresponsabilidad de la sociedad para el mantenimiento de los servicios ambientales hídricos como la infiltración de agua, bajo porcentaje de tratamiento de aguas residuales urbanas y reducido re-uso de las mismas y poco fortalecimiento de las capacidades institucionales, sobre todo en materia de cobros e inversión.

Por ello, insistimos en la necesidad de esta Ley, en la que estamos aportando como Partido Verde en coordinación de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Cambio Climático que preside la Diputada Yolanda Rodríguez Otero y en la que, además, se han sumado diputados de otras fuerzas políticas, pero lejos de quien lleve el crédito, me parece y lo he dicho muchas veces en este espacio, es urgente la Ley de Aguas.

Esta ley nos traería un impacto y beneficios muy importantes como contar con un marco normativo que brinde certeza jurídica, regule las competencias y concurrencia, y reconozca el Derecho Humano al agua, fortalezca las capacidades y acción institucional, garantice el desarrollo económico de los sectores con base a la disponibilidad.

De igual manera, transparencia en la fijación de cobros y tarifas, que se incrementen las finanzas de la CEA y organismos operadores para la operación, inversión y sostenimiento de áreas de recarga, manejo y gestión integrada de cuencas, planeación estratégica del recurso hídrico, corresponsabilidad de la sociedad y sus sectores en el uso óptimo, su tratamiento y re-uso y recaudación del pago de servicios ambientales hídricos.

Según información de la propia Comisión de Desarrollo Sustentable y Cambio Climático del Congreso Local, dicha Ley ya fue turnada a esta misma Comisión, por lo que nosotros coincidimos en hacer un documento serio, que responda a las necesidades que tiene Querétaro, por ejemplo, en revertir el déficit hídrico del estado, mismo que esta ley pudiera contribuir.

Tenemos datos del observatorio ciudadano de protección al ambiente de Querétaro, que indican que del acuífero del Valle de Querétaro, mismo que abastece el área metropolitana, existe una sobre explotación de un 60% respecto a su recarga, por lo que es necesario revertir esta situación tomando en cuenta que el dinamismo económico y el desarrollo hacen más complejo revertirlo, ya que ese vínculo en consecuencia genera más demanda del recurso y Querétaro tiene un déficit de 243 millones de m3 de agua al año, según datos publicados por Conagua, por lo que urgen acciones para el ahorro de metros cúbicos de agua por año.

Dirigente estatal del PVEM

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