Muchas empresas dicen aspirar a ser de “clase mundial”, sueñan con ser proveedoras de los grandes consorcios internacionales o dominar el panorama de los negocios en el corto plazo, pero lejos están de cumplir con los requisitos básicos de derechos humanos y calidad de vida en el empleo. La falta de ética y transparencia son los principales factores que atentan contra la aspiración de esos empresarios, quienes anteponen la obtención de utilidades al beneficio mutuo con sus colaboradores.

A propósito de la conmemoración del Día del Trabajo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México, denuncia que en nuestro país existen más de 46 millones de personas en edad laboral sin las condiciones necesarias de seguridad social. De este número, unos 30 millones laboran en el sector informal y 16.3 millones no están reportadas en el sistema de seguridad social, aunque las personas realizan actividades subordinadas a alguna persona o empresa.

Estas cifras aún son más preocupantes cuando el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y el Instituto del Seguro Social (IMSS) aseveran que en el año 2016 se dieron mil 408 defunciones por riesgo de trabajo. De este total, 986 fueron provocadas por accidentes de trabajo, 399 por accidentes en el trayecto al centro laboral y 23 como consecuencia de enfermedades de trabajo. Estas son las cifras registradas por ambas instancias, sin embargo, existe la gran probabilidad de que dichas cifras se queden cortas con la realidad.

En el auto llamado “sexenio del empleo”, los sueldos también han mostrado un rezago que ronda el 10% en el salario mínimo vigente, que para 2018, en las zonas urbanas, es de 97.88 pesos al día. Si esto lo trasladamos a las zonas rurales, el rezago aún es mayor. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), asevera que en marzo de este año el valor promedio de la línea de bienestar osciló entre $1,928.67 para el ámbito rural y hasta $2,985.48 en el urbano, lo que representa un rezago de 64.6% entre ambas regiones.

Si a esto sumamos que hasta el momento los candidatos a la Presidencia de la República no han presentado un programa sólido que atienda y revierta esta problemática, nos hace pensar en que no es una prioridad. Les ha sido más fácil caer en la ansiedad de ganar votos y sacar a relucir frases ligeras que señalan la “urgente necesidad de incrementar el salario mínimo”, con lo que el populismo permanece latente entre los aspirantes.

En cuestión de leyes, México es una nación que cuenta en el papel con argumentos suficientes para proteger los derechos humanos y laborales de los trabajadores. Una Constitución Política que en su Artículo 123 busca garantizar los derechos laborales, así como el haber suscrito distintos acuerdos internacionales que van por la misma línea. Sin embargo, muchas empresas aún se mantienen al margen de estos preceptos, buscando burlar las leyes e incrementar sus ganancias.

Ser un negocio de clase mundial, comienza por implementar la responsabilidad social y conducirse como una Empresa Socialmente Responsable, es el camino para comenzar a revertir estas tendencias. El compromiso mutuo de empresarios y colaboradores puede alcanzarse de distintas formas, sin grandes costos o inversiones. Ahí depende en gran medida la imaginación de las áreas de Recursos Humanos, quienes deben hacer una planeación objetiva que demuestre a los dueños que esa inversión será tan redituable como ofrecer los mejores productos o servicios, en el mediano y largo plazos.

Cifras de la RSE

1.- Por demás interesante el próximo XI Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables que organiza el Centro Mexicano para la Filantropía, y que este año tendrá como tema relevante la “RSE y los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), sinergia estratégica”. Dicho evento se llevará a cabo del 14 al 16 de mayo próximo en la Ciudad de México, teniendo como escenario el World Trade Center (WTC). En este evento también serán galardonadas las empresas grandes que participaron en el proceso de obtención del Distintivo ESR, algunas de las cuales ya renuevan por 18 años consecutivos su compromiso con la RS.

2.- La desaceleración económica que vive el país está pegando a diversos sectores productivos, lo que, aunado a la incertidumbre generada por el proceso electoral, comienza a prender los focos amarillos en los inversionistas. En estos días se dio a conocer, por parte de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que desde hace 11 meses la venta de vehículos va en caída libre. Durante el periodo de abril 2017 – 2018, se reportó una venta inferior en 109 mil 265 unidades, lo que representó menos 4.6% en el promedio de las marcas. Las firmas que más resintieron estos efectos fueron Nissan, con 17.9% y Volkswagen, con 11.7%.

3.- A partir de agosto próximo, la Universidad Iberoamericana (Ibero) pondrá en marcha su Licenciatura en Sustentabilidad Ambiental, como una respuesta a la crisis ambiental que se vive en el mundo entero. No cabe duda es una aportación importante a lo que se ha realizado en el sector educativo para contribuir a los desafíos que enfrenta la humanidad, sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y será necesario que las instituciones, públicas y privadas, contribuyan con la captación y empoderamiento de estos recursos humanos que egresan de estas disciplinas, los cuales, además de ser desdeñados en muchos sitios, reciben salarios poco competitivos.

Hasta la próxima ronda de Negocios Sustentables.

* Director General de AE Comunicación e Imagen, Consultores Especializados en Responsabilidad Social Empresarial y Comunicación Corporativa. email: alfredo@aecomunicacion.com.mx | Twitter: @aecomunica | Sitio web: http://www.aecomunicacion.com

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