Rafael López

La Soledad

Alcalde advirtió que Morena no protege a quien incurre en actos de corrupción o traiciona los principios de la 4T

El saludo.

Querida “República”: la soledad alude a un espacio desierto, a una falta voluntaria o involuntaria de compañía; estar solo puede ser, lo mismo, una decisión que una consecuencia. Sin embargo, cuando hablamos de la soledad asociándola a “La Cosa Pública”, los matices son muy diferentes; están cargados de significados y de mensajes políticos.

El mensaje

El mensaje “no estás solo” normalmente se esgrime como un grito de defensa frente al abuso que sufre un individuo. De un tiempo para acá, también se ha convertido en una arenga; en un grito de batalla lanzado desde el oficialismo para arropar a los suyos ante los cuestionamientos vertidos en la “La Cosa Pública”, ante los señalamientos de sus opositores y ante lo que ellos mismos denominan como “linchamiento mediático”.

El grito “no estás solo” se escuchó el pasado 25 de marzo —el “Día Naranja”— cuando el Pleno de la Cámara de Diputados, compuesto mayormente por mujeres, votó a favor de desechar la solicitud de desafuero en contra del exgobernador Cuauhtémoc Blanco, acusado por la fiscalía de Morelos de un presunto intento de violación a una mujer de su familia; contribuyendo así a que mantuviera su “manto protector”.

Ese mismo grito volvió a aparecer hace unos días cuando el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, agradeció la presencia del coordinador de su partido en el Senado, Adán Augusto López, durante su sesión extraordinaria; ello, tras los cuestionamientos que enfrenta por haber designado a Hernán Bermúdez Requena —hoy buscado por presuntos vínculos criminales— como secretario de Seguridad pública durante su periodo como gobernador de Tabasco.

Durante dicha sesión, entre gritos de “no estás solo”, la presidenta del partido en el poder, Luisa María Alcalde, advirtió que Morena no protege a quien incurre en actos de corrupción o traiciona los principios que dan vida a su “movimiento”.

¿Qué tan solos se sentirán otros personajes sobre quienes también pesan dudas fundadas? Armenta, Bartlett, Blanco, Delgado, Del Pilar, Durazo, García, Gertz, Guevara, Lomelí, Macedonio, Monreal, Murat, Nahle, Ovalle, Rocha Moya, Villarreal, los López y los Yunes. ¿Será que ellos tampoco están solos?

La arenga —por nutrida o raquítica que esta fuera— fue de respaldo a Adán Augusto y, con él, a muchos más. Pero el mensaje de arropo enviado por el partido en el poder a uno de los suyos, el que importa, llegó lo mismo a Tabasco que a Washington; también, a millones de víctimas de la violencia, de la corrupción y de la prisión preventiva oficiosa que “sí están solas”.

La despedida

Querida “R.”: según Elías Canetti “nadie es más solitario que aquél que nunca ha recibido una carta”; sea cierto o no, te animo a que sigas aferrada a la verdad como única vía para construir auténtica ciudadanía y sanar “La Cosa Pública”.

La firma

Tu amigo: “El Discursero”.

P.D. En espera de una próxima carta, deshazte del sobre amarillo.

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