Con los sucesores de don Venustiano Carranza, el presidencialismo en México fue, por escribirlo en términos operísticos: “in crescendo”; así y después dos bautizos llega el PRI bajo el caudillismo de Plutarco Elías Calles, mismo que aun cuando no existía reelección, gobernó por lo menos 4 sexenios hasta que don Lázaro Cárdenas del Río “amablemente lo puso en un avión hacia el extranjero”; se dice que durante el viaje, Calles leía Mein Kampf (Mi lucha) de Adolfo Hitler y no precisamente porque el alemán haya sido un pintor frustrado. Así, la fortaleza que inició del poder ejecutivo que nace en Querétaro en 1917, se fortalece en los 60s. 70s. y 80s. Una anécdota digna de compartir: En 1976 cuando José López Portillo era presidente de la República, mandó llamar a don Javier García Paniagua para conformar la Dirección Federal de Seguridad. Al conocer el nombramiento don Javier le pregunta al primer mandatario de la Nación: “Pero, mano dura ¿verdad señor presidente? Ay don Javier, esos eran otros tiempos, contesta el hijo del General Marcelino García Barragán (recuerde el conflicto estudiantil de 1968 y las Olimpíadas) Sí señor presidente, pero también eran otros hombres.
La estructura del Estado era la del PRI, al principio nos gobernaron militares, licenciados en Derecho y después economistas cuyas profesiones las estudiaron en el extranjero. El PRI como partido hegemónico, se componía de cuatro sectores: El militar, los campesinos (sector agrario) los trabajadores (principalmente la C. T. M.) y quienes no “cabían” en ninguno de los tres, los enviaban al… “Sector Popular”. El presidente de la República era la máxima autoridad de la Nación y del partido, así como don Fidel, “el destapador”de candidatos presidenciales. La máxima expresión del presidencialismo fue Carlos Salinas de Gortari, pues literalmente estaba enterado de todo y “no se movía una hoja del árbol del sistema político, sin su voluntad”. Con el filicidio de Luís Donaldo Colosio Murrieta cambia la reestructura del sistema. Varios priístas abandonan el partido para cobijarse en otras siglas y colores; los grupúsculos de poder, nomenklatura la llamó Salinas y hoy en día el partido se encuentra más dividido que nunca. Huérfano de la presidencia de la República con Fox y Calderón, la distancia de los diversos grupos políticos de ha profundizado a tal grado de que existen quienes no escatiman acción alguna para quitar de por medio a sus enemigos políticos que les impiden llegar a su destino y en ello no deparan medio alguno e inclusive fuera del marco de un Estado de Derecho, que hace tiempo ha desaparecido en México. Con la letanía de: “el fin justifica los medios”, ponen en primerísimo lugar sus propios intereses al de la Nación, de ahí tanta desigualdad, pobreza, impunidad, corrupción y agregue usted todos los etcéteras que quiera, sufridos en la actualidad. Es menester informarse y no olvidar que el presidente Peña Nieto ha enviado al Congreso, una Iniciativa de Ley, para modificar el artículo 29 Constitucional, referente a la suspensión de garantías individuales. La propuesta ya fue aprobada por la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados que encabeza Mercedes del Carmen Guillén Vicente (PRI), y ahora se encuentra en dictamen en la de Derechos Humanos y se están tendiendo varias cortinas de humo para, quizá no le sé de cierto, dar un “sabadazo” y cambiar el texto como se propuso: “Artículo 29. En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, por así valorarlo, o a solicitud de una legislatura local o del pleno de algún Ayuntamiento, de acuerdo con los titulares de las Secretarías de Estado y la Procuraduría General de la República y con la aprobación del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente cuando aquel no estuviere reunido, podrá restringir o suspender en todo el país o en lugar determinado el ejercicio de los derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación…” y como en México tenemos en teoría tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial pero un solo Dios verdadero. Recordemos a Mijael Bakunin: “Ejercer el poder corrompe; someterse al poder, degrada”.
Desde luego, amig@ lector@, usted tiene una mejor opinión.