Queridos lectores el día de hoy hablemos de la músico y de la banda española que inicia en México una gira conmemorativa cargada de nostalgia, gratitud y presente.
Una celebración de la memoria viva del rock español. La terraza de Playhaus by Totalplay, se convirtió recientemente en el punto de encuentro entre la nostalgia y la vigencia del rock español. Elefantes, una de las bandas más sensibles y persistentes de su generación, anunció el inicio de su gira conmemorativa por los 25 años de Azul, su álbum más emblemático. Y eligieron México, su “segunda casa”, como punto de partida.
“Este disco no es solo un puñado de canciones, es un mapa emocional de quienes éramos y de quienes seguimos siendo”, expresó Shuarma, vocalista de la banda, en una rueda de prensa donde las emociones y las memorias fluyeron sin filtro.
El grupo, también integrado por Jordi Ramiro, Julio Cascán y Alex Vivero, compartió su agradecimiento por el lazo profundo que los une con el público mexicano, uno que, según sus palabras, siempre los ha abrazado como propios.
Con una acústica privilegiada y una atmósfera íntima, la banda promete una experiencia que trascienda lo musical. “No queremos hacer un concierto más, queremos hacer una ceremonia”, dijo Shuarma. “Cada acorde será un gesto de gratitud y cada palabra, un espejo donde mirarnos juntos con el público”.
Más allá de un ejercicio de nostalgia, Elefantes busca reactivar las emociones que Azul sigue despertando a 25 años de su lanzamiento. “No se trata de repetir lo que ya hicimos, sino de resignificar estas canciones desde lo que somos hoy”, subrayó el vocalista.
Una gira con proyección emocional y cultural. La visita de Elefantes no es un hecho aislado. Gracias al trabajo de promotoras como Artemisa Music, se consolida un puente entre España y México para proyectos musicales que privilegian la autenticidad, la calidad sonora y la sensibilidad artística.
“El respaldo de lugares como Playhaus y algunos recintos es vital”, afirmaron los músicos. “La música necesita espacios donde no solo se escuche, sino que se viva”.
Julio Cascán fue contundente: “México nos ha dado tanto, que comenzar aquí esta gira era lo más natural. Aquí sentimos calor, complicidad, y una forma de vivir la música que la vuelve parte de todos”.
‘Más que una gira: un acto de permanencia.Con más de dos décadas de trayectoria, Elefantes demuestra que la vulnerabilidad también puede ser una fortaleza. Azul, lejos de envejecer, se ha convertido en refugio emocional para miles de oyentes que lo vuelven parte de su historia personal. “Este concierto no es una mirada nostálgica, es una afirmación de que seguimos aquí, soñando con la música como siempre”, concluyó Jordi Ramiro.
Así, Elefantes no solo conmemora un álbum; reafirma que la música, cuando es auténtica, nunca se va. Y México, una vez más, será testigo y cómplice de esa verdad compartida. Soy el Pollorock y nos leemos la siguiente semana.