Queridos lectores, muy buena semana. Hablemos de festivales musicales y de talento como Cuco, quien presentó Ridin’, su álbum inspirado en el chicano soul y la cultura lowrider. De Hawthorne al mundo, Cuco ha construido una carrera independiente que hoy converge en Ridin’, un álbum que rinde homenaje al chicano soul y a la memoria sonora del sur de California. Entre nostalgia, raíces latinas y producción analógica, el músico redefine su identidad artística.
Del DIY adolescente al lenguaje propio.
Omar Banos, conocido artísticamente como Cuco, es uno de los casos más singulares de la música alternativa chicana contemporánea. Criado en Hawthorne, California, y formado entre una identidad chicana marcada y una timidez que encontró salida en la música, comenzó a tocar instrumentos desde los ocho años. Antes de cumplir 15 ya dominaba guitarra, bajo, teclados, batería y trompeta; a los 16 aprendió a producir en Ableton y a los 17 lanzó Heavy Trip EP, su primer proyecto en línea.
Ese camino autodidacta lo llevó a consolidar una estética propia: sintetizadores jazzy, guitarras atmosféricas y una voz frágil que transita con naturalidad entre el inglés y el español. Mixtapes como Wannabewithu y Songs4u, junto al impacto viral de “Lo Que Siento”, lo posicionaron como una figura clave del bedroom pop latino, con millones de reproducciones y una base de fans que él mismo bautizó como “Cuco Pebbles”.
La herencia de los oldies y la cultura lowrider. Sin embargo, Ridin’, su tercer álbum de estudio, marca un punto de inflexión. A los 26 años, Cuco mira hacia atrás para avanzar. Inspirado por la cultura lowrider y los “oldies” que sonaban en los barrios del sur de California —de Marvin Gaye a Smokey Robinson, de Ralfi Pagan a Brenton Wood—, el disco funciona como una carta de amor a Los Ángeles y a la mezcla cultural que define la región.
Lejos de la nostalgia estática, Cuco reimagina el chicano soul desde una sensibilidad contemporánea. Producido por Tom Brennick y mezclado por Tom Elmhirst, Ridin’ apuesta por sonidos analógicos, coros atemporales y arreglos que conectan generaciones. Temas como “Phases”, “My 45” o “ICNBYH” refuerzan su vocación melódica, mientras “Para ti”, la única canción en español del álbum, revela su afinidad natural con el bolero y la balada romántica.
Un puente entre pasado y futuro.
Más que un ejercicio estilístico, Ridin’ confirma la madurez artística de Cuco. El álbum también abre espacio a lo emocional, como en “My Old Friend”, una canción que aborda la pérdida sin caer en el dramatismo, transformando el duelo en memoria compartida.
Con presentaciones anunciadas en grandes escenarios de México y una edición deluxe en camino con más canciones en español, Cuco reafirma su lugar como uno de los artistas que mejor entienden el diálogo entre identidad, tradición y modernidad. En su “mundo de los nuevos oldies”, el pasado no es un ancla, sino un motor creativo que sigue avanzando.
Con la mira puesta en 2026, Cuco anunciaron su puesta a los grandes escenarios de México, como Vive Latino y Tecate Pa’l Norte. Sin dejar de avanzar: tocando, mezclando y respirando música como el primer día. Soy Pollorock y nos encontramos la próxima semana.
@pollorockmusica