Querétaro vende más autos, recibe más población, atrae más inversión y llena más hoteles que muchos estados y destinos turísticos tradicionales (con y sin playa).

El gobernador Mauricio Kuri lo definió en una sola frase, al presenciar la llegada del primer vuelo intercontinental desde Madrid señalo: “Querétaro no corre, vuela”. La expresión no es retórica. En un entorno nacional donde el crecimiento es errático, Querétaro avanza por una ruta distinta.

El primer ancla es el empleo. En 2025, Querétaro superó los 724 mil empleos registrados ante el IMSS y alcanzó una tasa de formalidad laboral de 60.5%. La tercera más alta del país

Ese poder de consumo se observa en el mercado automotriz. Durante 2025, Querétaro colocó alrededor de 54 mil vehículos nuevos, más que estados con mayor población como Hidalgo o Morelos. El parque vehicular se ha duplicado en las últimas dos décadas. Pasó de aproximadamente 550 mil unidades -a inicios del 2000- a más de 1.25 millones de vehículos en circulación. Es un crecimiento anual del cercano 4.5%, muy por encima del poblacional.

La inversión acompaña esa dinámica. En un solo año, Querétaro captó más de 42 nuevos proyectos productivos, con inversiones anunciadas cercanas a los 14 mil millones de pesos. Para un estado de tamaño medio, la captación per cápita es superior a la de varias entidades vecinas. El capital no llega por casualidad: llega donde hay orden, seguridad y certidumbre.

La seguridad es otro diferenciador clave. Con tasas de homicidio doloso cercanas a 8% por cada 100 mil habitantes, Querétaro se mantiene muy por debajo de Guanajuato, Michoacán o el Estado de México.

El sistema QroBús opera hoy con más de 900 unidades MercedesBenz nuevas. 40% más rutas troncales y alimentadoras, pago electrónico universal y control centralizado de flota. Más del 70% de la población urbana cuenta con cobertura directa y los tiempos de traslado se han reducido en los principales corredores metropolitanos. De acuerdo con el Inegi, es el mejor del pais. Creció un 30% el pasaje.

En el año 2000, Querétaro tenía poco más de 1.4 millones de habitantes; hoy supera los 2.5 millones. En 25 años, su población creció cerca de 80%, con una tasa promedio anual superior al 1.8%, casi el doble del promedio nacional. Cada año llegan más de 35 mil nuevos habitantes, principalmente de la CDMX y Edomex. Nadie migra hacia el desorden. La gente se mueve hacia donde hay oportunidades reales.

Querétaro crece con orden: empleo formal, transporte funcional, seguridad, inversión, migración positiva y consumo interno. No es discurso: son indicadores medibles.

Su crecimiento y orden se sotiene en la continuidad de los gobernantes. Todos los alcaldes metropolitanos hoy y ayer (menos el inpresentable Marcos Aguilar) sumaron. Sin partidismos y con intelegencia emocional.

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