Pedro Pablo Tejada

Astudillo: Vende espejitos

La Venganza: Astudillo no le cumplió. No la hizo oficialmente coordinadora dela bancada del PVEM

Ricardo Astudillo Suárez tiene 17 años manejando el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a su antojo en Querétaro. Este año recibirá 13.6 millones de pesos de financiamiento público (263 mil pesos a la semana).

El arquitecto de 50 años es un político suertudo. Dicen que siempre cae parado. Representando a un partido tan chiquito (hoy crecido de la mano de Morena) fue regidor en Corregidora y dos veces diputado federal. Candidato es, cada que quiere. Él manda. Él decide. Él pone. Él quita. Él gasta.

En el Congreso Federal alza la mano y vota sin cambiar una coma por la 4T. Y en Querétaro, pacta con el mejor postor.

Pero la suerte, se le acabó.

Sus legisladoras locales María Georgina Guzmán y Perla Patricia Flores Suárez (su prima), se le rebelaron.

Les ordenó que votaran con el PAN, MC y PRI para conseguir los votos y que ese bloque ganara la presidencia de la Mesa Directiva, y lo traicionaron.

María y Perla han hecho público el acoso de Astudillo para decidir por ellas en cada votación. Bueno, no se pueden reunir con nadie, si antes no lo avala Ricardo.

Guzmán Álvarez que fue directora del DIF en #HumilpanQro, acompañando a su padre Juan, en una administración llena de cuestionamientos. Tiene observaciones de la Entidad Superior de Fiscalización (ESFE) por más de 60 millones de pesos.

Usaron 317 mil pesos del dinero público, para pagarle una cirugía a su abuelito, le dio la espalda a su dirigente y se fue con Morena.

Gina le dio agua de su propio chocolate a Astudillo, por 2 pactos y una venganza:

1-. Ser la presidenta de la Mesa Directiva.

2-. Ser la candidata a alcaldesa de Huimilpan en 2 años.

La Venganza: Astudillo no le cumplió. No la hizo oficialmente coordinadora de la bancada. Mando un boletín, pero nunca hubo una comunicación oficial hacia la oficialia del Congreso. No quería hacerlo.

Guzmán Álvarez presionó a su compañera Perla Flores para dejar de apoyar la propuesta del PAN.

Perlita no soportó la presión, frente a la urna, tuvo una crisis. No pudo votar.

Duró dos minutos congelada en la disyuntiva de hacer lo que le ordenó el primo. Dejar que Gina se hundiera sola y asumir la Coordinación de la bancada. O de plano, declararse morenista.

La campana (alguien activó la alarma de incendio) la salvó.

En esas condiciones la sobrada soberbia de Astudillo, hubiera llevado al PAN a perder la votación.

¿Qué cara pondría ante quien se comprometió a ordenar a sus legisladoras que votaran por el PAN?

El que falló fue Ricardo Astudillo. En conclusión, Astudillo: Vende espejitos.

X e Instagram: @PedroPabloTR

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