Quizá puedan ser mis convicciones y mis preferencias, pero ahora, con el tema del feminismo y la equidad de género me pasa igual que cuando te gusta un coche, por todos lados lo encuentras y piensas que hay miles de ellos cuando en realidad es sólo una fijación hacia lo que te gusta. Con el tema del feminismo y la equidad de género me pasa igual, cada vez que entro a revisar noticias en las redes sociales me encuentro con temas relacionados a las mujeres y las desigualdades, feminicidios o actrices que se unen para alzar la voz y pedir equidad, mujeres que trabajan por construir una sociedad en donde las diferencias de género puedan diluirse y las brechas, estrecharse cada vez más. Sin embargo, existe en mi otro oído, las conversaciones donde se minimiza toda expresión, en donde se etiqueta aún al feminismo como la contra parte del machismo, donde los hombres se sienten aludidos por una mujer que externa su forma de pensar y no se somete a las creencias que todavía imperan bajo el régimen del poder sobre la mujer.
Me parece, que debemos dejar esa lucha de poder entre mujeres y hombres y crear un nuevo sistema de creencias que se refiera simplemente a los seres humanos dejando atrás la diferencia de género, preferencias sexuales o de religión. Pensar que podemos crear las mismas oportunidades todos, observando capacidades, talentos y habilidades en las personas; todos somos diferentes, si, pero iguales en capacidades dentro de las distintas áreas de oportunidad.
Pero, ¿cómo podemos generar eso? ¿cómo podemos cambiar todo un sistema arraigado desde que cada uno de nosotros tiene uso de razón y décadas más atrás? Si bien es un trabajo colectivo, me parece que a nivel individual es donde inicia el cambio si en realidad queremos trabajar en equipo.
Romper nuestros esquemas insertados desde nuestro nacimiento no es cosa fácil, pero tampoco es imposible y me parece que un ingrediente primordial debe ser la apertura al aprendizaje. Aprender a escuchar a los demás, a través de lo que quieren manifestar y no desde lo que yo creo. Poder actuar bajo el esquema de ganar-ganar en cualquier área de nuestras vidas, aceptando que todos podemos tener la razón porque cada quién ha tenido experiencias distintas, es un buen comienzo para lograr interactuar de una manera más sana como sociedad.
Me parece que todos los seres humanos buscamos una calidad de vida idónea a nuestros estilos y formas que no se contraponen con el de a lado. ¿Porqué no pensar que todos podemos percibir un ingreso equitativo de acuerdo a nuestras habilidades y talentos? ¿porqué hoy una actriz gana menos en un protagónico que un hombre? ¿porque una mujer que compite y gana un torneo gana un premio menor a un hombre que ganó el mismo torneo en su género?
Generemos un trabajo en equipo, un trabajo equitativo y remunerado de la misma forma. Generemos valor en nosotros para generar valor en nuestro trabajo. Caer en confrontaciones no sirve de nada, solo genera más rencor, mayores diferencias.
Vamos a crear juntos un sistema de creencias dirigido al ser humano, no a las mujeres o a los hombres. Generemos un sistema de comportamiento donde podamos caminar de la mano y no uno detrás del otro o uno delante del otro, como se quiera ver.
Seamos oferta para el otro o para la otra, aportemos y generemos sinergia para que la maquinaria funcione de manera óptima.
Yo, mujer te necesito a ti hombre. Tú, hombre, me necesitas a mí, mujer. ¡Hagamos equipo!