En ocasiones la vida te da la incomparable oportunidad de conocer a personas únicas e irrepetibles y de ser sus amigos. Así fue Mario Alberto Villanueva Díaz, nuestro muy querido y entrañable Mono, un eterno enamorado del futbol y de nuestros Gallos Blancos.

En medio del dolor por tu irreparable partida y del gran honor que fue conocerte, hoy todos los aficionados a este equipo, nuestro equipo, tu equipo, tenemos que agradecerte por siempre el compromiso y amor, tu valor y cultura, tu incansable creatividad e inquebrantable carácter.

Hoy, en la historia del Querétaro Futbol Club, esa tan llena de tristezas, de esfuerzo y de alegrías, esa que  —como muy pocos— han documentado para que todas las generaciones de hinchas conozcan, entiendan y valoren esa historia, hoy te abrazara para siempre.

A partir de hoy tu nombre quedará inscrito en ella con letras de oro, esta historia y todos nosotros estaremos felices y orgullosos de que seas uno más de sus grandes protagonistas, que de manera irónica, nunca buscaste ser, por la gran humildad que siempre te caracterizó.

Tu legado será imborrable, a través de los invaluables documentos escritos que con tanto esfuerzo y pasión realizaste para todos nosotros, sin buscar jamás recibir nada a cambio, en las gradas de todos los estadios en donde tendremos la oportunidad de apoyar al Gallito, cada letra y palabra de tus canciones, nos seguirán dibujando una sonrisa, mirando hacia la cancha y, por qué no, de vez en cuando hacia el cielo.

Querido hermano, a diferencia de tu enorme facilidad y pasión para escribir, hoy el dolor de tu partida sólo me alcanza en este momento para agradecerte tanto y tanto, gracias por tanta alegría y color a esta afición, a este escudo y a estos colores, porque lo sabemos todos… Nuestros colores son sagrados.

Mono querido: GRACIAS POR TANTA LEALTAD Y CORAZÓN.
@jc_aranaz

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