El Presidente de la República amenaza a los gobernadores con no darles más dinero, porque se lo roban. Bajo el criterio de la honestidad y la austeridad, el gobierno federal se queda con la mayor parte de lo que recauda, bajo la excusa o pretexto que su gobierno sí es honesto y ahorrativo, exigiendo que los estados hagan lo mismo, que no roben y ahorren, asegurando que su gobierno no seguirá fomentando la corrupción y los privilegios.

En el cuarto año de gobierno, AMLO tendrá más dinero para gastar en sus programas sociales y sus megaobras; poco más de 7 billones de pesos será el presupuesto para el 2022, con un incremento del 8.5%. Los gobiernos de los estados: que ahorren y no dilapiden los recursos públicos. En tanto que el gobierno federal abusa del dinero; según lo presupuestado entre este año y el que viene, estará gastando 90 mil millones de pesos para la obra de Dos Bocas; para el Tren Maya habrá invertido 99 mil, 519 millones, con un incremento del 68% para el año siguiente.

Las Secretarías del Poder Ejecutivo tendrán incrementos desorbitantes. Algunos ejemplos: La de Bienestar recibirá 48.1% más; Seguridad 41.9% y Medio Ambiente 25.5% más. En tanto que los programas sociales dan un salto enorme, programas que no son medibles ni evaluables, simplemente consumen cientos de millones de pesos, en ellos pulula la corrupción y el derroche. Para los adultos mayores, habrá un incremento del 76.2%; becas universitarias aumenta en 712%; jóvenes construyendo el futuro 2.9%; estos tres programas absorben 341 mil, 838 millones de pesos. Así no hay presupuesto que alcance. Los proyectos prioritarios de AMLO rompen con la decantada austeridad que exige para otros.

Para salir adelante entre lo presupuestado y lo programable a gastar hay una diferencia de 875 mil, 570.5 millones de pesos, lo cual significará un déficit ¿Cómo subsanarlo? Por contratación de deuda pública. O bien, inflando presupuestos de algunas dependencias para después quitarles el dinero y trasladarlo a otras áreas, como lo hizo al reducir el 75% del gasto corriente de todas las dependencias del Ejecutivo, llevándose los recursos a la partida secreta.

Otra más. Al desaparecer el Fonden, los gobernadores tienen que “rogar” al Presidente les brinde apoyo para sufragar gastos generados por los daños que ocasionan los desastres naturales. Andrés Manuel López Obrador acumula la mayor bolsa presupuestaria, así consigue capitalizar políticamente utilizando los desastres naturales. Privilegios y corrupción son de la 4T.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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