De acuerdo con el censo 2020 de Inegi en México vivían 6,179,890 personas (4.9 % de la población, prácticamente 1 de 20) con alguna discapacidad y que pudo ser: motora, sensorial —auditiva, visual—, intelectual o psicosocial. Aunado al número anterior se estimó que cerca de 15 millones de personas más vivían con alguna limitación originada sobre todo por la edad avanzada y las enfermedades crónico-degenerativas. En Querétaro podemos estimar que vivían con discapacidad cerca de 116,000 personas y cerca de 280,000 con alguna limitación.

Sin embargo y no obstante la gran cantidad de personas que viven con discapacidad el verdadero problema reside en que estas son discriminadas de la vida pública en los aspectos más elementales como salud, educación, cultura, transporte. Simple y llanamente no son consideradas como se debiera en el diseño e implementación de las políticas públicas y cuando lo son desgraciadamente observamos que los programas sociales son absolutamente insuficientes e ineficientes.

Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en la “Pensión del Bienestar para personas con discapacidad” que otorga un apoyo de $ 2,800 pesos cada dos meses siempre y cuando el beneficiario tenga entre 0 y 29 años de edad y una discapacidad permanente (todo el territorio nacional) o bien entre 30 y 64 años siempre y cuando viva en un municipio indígena o bien en zonas urbanas con alto grado de marginación y altos índices delictivos. ¡Ah!, pero esto ocurre solo en 13 estados, entre los cuales no se encuentra Querétaro.

Otro ejemplo de la demagogia gubernamental en este campo lo encontramos en el presupuesto otorgado a la denominada y controvertida “educación especial” y que atiende a poco más de 500 mil menores a nivel nacional. En este caso la secretaria de Educación Delfina Gómez prometió un presupuesto récord de 715 millones de pesos… desgraciadamente y una vez aprobado, la maestra prácticamente lo eliminó. Para el periodo enero-mayo debió ejercer 433 millones y solo ejerció 2.2, el 0.5 %.

Un ejemplo más que nos indica la discriminación que padecen las personas que viven con alguna discapacidad en el ámbito educativo está en el hecho de que solo una de cien personas con discapacidad que inician sus estudios termina su licenciatura.

Fuente de los Deseos: Ojalá todas y todos tomemos conciencia sobre las condiciones discriminatorias en las que viven las personas con discapacidad. Recordemos que todas ellas viven y no sufren con su discapacidad y que lo que sí padecen es la discriminación. Ojalá hagamos lo que esté en nuestras manos para incorporarlas en la vida social, económica, recreativa, cultural del país y ojalá exijamos a nuestros gobiernos que bajo los principios de solidaridad y subsidiaridad y respetando la dignidad de las personas, diseñe e implemente más y mejores políticas públicas en favor de las personas con discapacidad y sus familias.

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