Cada actor es fundamental cuando suenan parches y metales, y se abre la puerta de cuadrillas para el paseíllo. Ellos son los que van hasta atrás escoltando a todos, con pantalón blanco y chaquetilla roja siempre dispuestos a ayudar. Son los que menos ganan y los que más trabajan para tener el ruedo en impecables condiciones, ellos son los Monosabios.

El nombre de monosabio procede de un espectáculo cómico que tuvo lugar en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid en el año de 1847, en el que una cuadrilla de monos amaestrados realizaba una serie de suertes en el ruedo.

Este espectáculo era conocido con el de los “monos sabios”. Estos simios vestían sacos de color encarnado, razón por la cual el público los comparo con los mozos de caballos de la plaza que vestían prendas similares. Cabe señalar que antes que tomaran el nombre de monosabios los mozos de caballos eran llamados chulos. El nombre con el pasar del tiempo unió las dos palabras que inicialmente lo conformaban para agregar al léxico taurino un nuevo vocablo que perdura hasta la actualidad y que incluso hace parte del Diccionario de Real Academia Española             -monosabios.

En la actualidad los monosabios se dividen, en tres grupos:

Los areneros, que son los encargados de mantener, tras el arrastre de cada res, el piso del ruedo en óptimas condiciones de uso y presentación, lo que permite al lidiador encontrarse cómodo y alejarse de los riesgos que implica un ruedo lleno de baches, liso, o en eventos de lluvia, encharcado y al público no sólo disfrutar de la belleza intrínseca que posee un albero, sino el poder, a todo momento, diferenciar con exactitud los tercios del mismo.

Un segundo grupo es el de los mozos de caballos que son los encargados de manejar las mulillas de arrastre, verdaderos profesionales en estas artes y en cuyas manos está el retirar de manera rápida y expedita los despojos mortales del toro o, cuando la presidencia lo ordena, dar de manera lenta y cadenciosa la vuelta al ruedo al ejemplar que se hizo merecedor a ella.

El tercer grupo es aquel que oficia como "peón de estribo" de los picadores, vale decir aquel que siempre se encuentra presto a reacomodar al varilarguero en su montura o a ayudarle a reingresar, cuando las circunstancias lo exigen, su pierna, protegida por la pesada y engorrosa "mona", al estribo; y no falta el valiente monosabio que tras un tumbo, acude, armado de su gorrilla a hacer un quite salvador bien sea al picador caído o al caballo indefenso.

Hoy en día son ellos los que pueden ayudar a los toreros a que sufran cornadas, o que hagan el desaloje a la enfermería de una mejor manera, vamos pueden salvarle la vida. Es por eso que este sábado me aventuraré a tirarme al ruedo como monosabio, siempre con el respeto y agradeciendo al Grupo de Monosabios de Juriquilla por la gran oportunidad, espero hacerlo bien porque la afición siempre está al cien.

Espero sus comentarios en olmo_16a@hotmail.com y @olmochato

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