Los aires de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América (EUA), están en lo más alto. Recientemente se dio a conocer en un reconocido diario que firmó una orden para que las Fuerzas Armadas estadounidenses intervinieran en otros países para enfrentar a organizaciones criminales. ¿Qué impactos podría conllevar la aplicación de tal política para Washington y, en especial, para México?
La acción del mandatario estadounidense no es fortuita ni inesperada. Desde hace mucho tiempo había señalado particularmente que EUA debería tener el derecho de intervenir en México para atacar en especial a los grupos narcotraficantes que tanto daño le hacían a las familias de su país. De hecho, incluso en algún momento propuso bombardear el territorio mexicano con tal de derrotar de una vez por todas a los cárteles de droga, propuesta que puso en alerta máxima a muchas personas en Washington.
En muchas ocasiones decimos que Trump es un actor irracional y que es el único que piensa las cosas que dice, pero en este caso, hubo más políticos que secundaron las ideas del presidente. Así, la propuesta de intervenir en México no es unilateral ni carece de apoyo en la Casa Blanca. Parece que el mandatario cuenta con respaldo de varios sectores republicanos, a diferencia de su periodo anterior en el que dicha propuesta menguaba considerablemente.
Lo anterior preocupa a México, puesto que ahora el impulso que tiene Trump es más fuerte, además de que ha conducido otras acciones en su gobierno que empatan con su objetivo de reducir la inseguridad y violencia en EUA emanadas de los cárteles de droga mexicanos. Un ejemplo de ello es la serie de aranceles que impuso a nuestro país en varias ocasiones de lo que va del año, mismas que por fortuna han sido atendidas satisfactoriamente por el gobierno a través de negociaciones con funcionarios clave.
En este panorama, el Gobierno de México ha sido muy claro: no aceptará de ninguna manera la intervención militar de EUA en nuestro territorio. Es una respuesta clara, contundente y obvia para la relación bilateral existente. En ningún momento los líderes de nuestro país estuvieron de acuerdo con alguna posible apertura para el ingreso de fuerzas militares estadounidenses para combatir el narcotráfico.
Es cierto que muchas personas en México aprobarían la intervención estadounidense, sobre todo quizá por las experiencias vividas de violencia en el territorio nacional y la ineficiencia del gobierno en atender los problemas de seguridad. Sin embargo, abrirle la puerta a EUA significa dar paso a muchas dinámicas que no son tan fáciles de atender o deshacerse, encima de que implicaría una violación a la soberanía mexicana. Por ende, es absolutamente descartable esa posibilidad, pero eso no significa que deba realizarse algo al respecto.
México sí está sumido en una violencia continua desde hace tiempo, misma que se ha concentrado en los años recientes. Es una situación que afecta a varios rubros, no sólo a la población, sino a las empresas, al turismo, al comercio, etc. Por ende, si bien el gobierno hizo lo correcto en señalar de manera sólida que no aceptará ninguna intervención militar de EUA en nuestro territorio, debe presentar un plan que permita reducir la inseguridad en el país.
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (X)