En un evento del gobierno federal celebrado el domingo pasado en Querétaro, fue recibido con abucheos el gobernador Mauricio Kuri. Con la participación del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, se dio cita una gran cantidad de simpatizantes morenistas cuya presión dio nota para toda la semana. ¿Qué impacto hay en los abucheos? ¿Golpea la imagen del gobierno queretano?

Es común que algunos actos de las administraciones federales se realicen en estados de la República. Normalmente, en unos casos obedece a desahogar la atención en la capital, sede del gobierno federal, y en algunos otros para celebrar un evento específico en la entidad, como puede ser el comienzo de un programa social, el inicio de una construcción o una inauguración de una nueva obra de infraestructura.

Sin embargo, independientemente de la razón oficial de celebrar un acto fuera de la capital, algunos eventos pueden conducirse con intereses adyacentes, como promover algo o a alguien, o bien, todo lo contrario, desprestigiar algo o a alguien. No hay duda de que eso explica lo que sucedió el domingo pasado en el evento en Querétaro, pero lo interesante es identificar si tal situación ha tenido un impacto negativo en el gobierno de la entidad y, de la misma manera, si ha gestado uno positivo en el aumento de simpatizantes o apoyo morenista en el estado.

Si bien, cuando comenzó el descontrol, tanto la presidenta electa, como el mandatario actual solicitaron puntualmente calma en la audiencia que se dio cita en el evento, los abucheos ya habían cumplido con su propósito. La información para las notas locales y nacionales, así como para el debate ya se estaban generando para los siguientes días. Y así, la imagen con la que nos quedamos es la de un apoyo morenista fuerte en Querétaro y, paralelamente, un rechazo hacia el gobierno panista liderado por Kuri.

Por una parte, resulta interesante preguntarse si este acto de desaprobación y abucheo prolongado se habría generado sin la presencia de los líderes morenistas nacionales en la actualidad. Quizá la misma participación de López Obrador y de Sheinbaum en el evento permitió una especie de impulso y protección en los líderes morenistas ahí presentes y en la audiencia que les motivó a enfrascarse en este reproche público. Es algo que podremos darnos cuenta en subsecuentes casos.