Luego de varios días de silencio, Marcelo Ebrard publicó una foto en la que aparece con Clara Brugada, actual candidata de Morena para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. En ella celebra la candidatura morenista y manda un mensaje de apoyo a la exalcaldesa de Iztapalapa. ¿Qué significa este movimiento?
Ebrard tuvo un descalabro luego de que no le favoreciera la elección interna en Morena para elegir la candidatura del partido a la Presidencia de la República. A pesar de que denunció una serie de irregularidades y malas prácticas en el proceso de selección, la cúpula del partido lo ignoró flagrantemente y refrendó, en cambio, su apoyo a Claudia Sheinbaum.
Fue una terrible traición hacia el excanciller, puesto que al haberse mantenido cercano y leal por muchos años al presidente Andrés Manuel López Obrador, supuso que tendría amplias probabilidades de que, de ser necesario, el mandatario intercediera por él, pero no fue el caso. Ebrard amagó con abandonar Morena e inscribirse en Movimiento Ciudadano tras este profundo desaire, pero al final de cuentas decidió permanecer en las filas del partido oficialista.
A pesar de ello, la pregunta persiste: ¿Qué será de Ebrard? Perdió la candidatura presidencial ante Sheinbaum y ahora no cuenta con ningún cargo en el gobierno o el partido y, encima de eso, se ha hecho de enemigos en la cúpula morenista a raíz de la denuncia que presentó por las irregularidades en el proceso de selección mencionado. Además, el amague de semanas que hizo de salirse de Morena hacia Movimiento Ciudadano para luego quedarse en el partido de la llamada 4T provocó que su permanencia se sintiera como si comenzara desde cero.
Por lo anterior, no parece que el antiguo Jefe de Gobierno tenga mucho terreno que abarcar por ahora en Morena, pero precisamente por eso tiene que reconstruir su camino en el partido y configurar sus redes de apoyo para el futuro, que fue justo de lo que careció hace unos meses en el marco del proceso interno de selección morenista. Para comenzar resarciendo esta posición, Ebrard debe generar vínculos nuevos que lo protejan e impulsen en los siguientes años para obtener lo que siempre ha querido: la candidatura presidencial.
El acercamiento con Brugada obedece a esta intención del excanciller de configurar redes de apoyo. Hay que recordar que ella venció en la elección interna de Morena a Omar García Harfuch, quien era el candidato de Sheinbaum para reemplazarla en la capital del país. Con esto, Ebrard estaría alimentando una alianza importante al mismo tiempo que “marca territorio” con el grupo de políticos que no necesariamente son cercanos a su rival y actual candidata por la Presidencia de México.
Nada está escrito en la política, pero el apoyo que ha recibido la exalcaldesa de Iztapalapa en la CDMX es evidente y quizá lo suficiente para vencer en los comicios del siguiente año ante el candidato del Frente Amplio por México. De concretarse, una aliada como Jefa de Gobierno sería de gran ayuda para Ebrard por la importancia de la entidad en el país.
Brugada no será la única persona a la que Ebrard se acercará para acrecentar su posición en Morena y el país, poco a poco se irán integrando otras figuras a su equipo in extenso. Claro que falta mucho por recorrer, pero ir tejiendo estas alianzas es algo que debe atender desde ahora para que rinda frutos para antes de 2030.