Niels Rosas Valdez

Opinión. México en el exterior

No sólo EUA ha disminuido su influencia, sino que los gobiernos mexicano y brasileño comparten ideas políticas; la cooperación podría ser más fluida

Este 2025 ha sido muy convulsivo en el escenario internacional. Muchas de estas convulsiones se han efectuado de la mano del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, quien, con cierta narrativa y algunas acciones, ha buscado encaminar un nuevo orden en el globo.

Sin embargo, aunque pareciera un obstáculo mayor para los países, resulta en una gran posibilidad de incidir en la gobernanza global. ¿Qué posición podría tener México en este panorama tan crítico y coyuntural?

La toma de decisiones de Trump en estos escasos cuatro meses de gobierno ha probado ser disruptiva en tantos aspectos que sería difícil identificar el más importante.

No obstante, las acciones efectuadas hacia el exterior mantienen un común denominador en sus resultados para los Estados Unidos de América: han disminuido su credibilidad y liderazgo en el globo, lo que ha provocado críticas severas de múltiples actores, como políticos, académicos, periodistas y demás estudiosos de los asuntos internacionales.

El establecimiento de aranceles de forma unilateral a decenas de naciones a lo largo y ancho del planeta, su inexistente preocupación por los crímenes de lesa humanidad que ha cometido Israel con los palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania, el cierre de instituciones, su intenso combate con sus aliados políticos y económicos y su desprecio por las libertades y el progresismo, entre otras situaciones provocadas por Trump, han conllevado a que los Estados Unidos de América haya perdido ese liderazgo que le ha caracterizado desde hace casi un siglo.

Pero al mismo tiempo, ha abierto la puerta a que otros países puedan abanderar diversas causas de las que se sienten comprometidos y que anteriormente eran lideradas por Washington.

Es ahí donde países como México pueden incidir de manera directa y positiva, ganando reconocimiento y prestigio, creándose una imagen que abonaría a la ya construida al paso del tiempo para los asuntos internacionales. Hay causas que nuestro país ya había respaldado sólidamente hace tiempo, como la mitigación del cambio climático. Es claro que se ha ido desdibujando eso con el paso del tiempo. No obstante, puede adoptar otras que han sido abandonadas por Estados Unidos e impulsarlas, convirtiéndose en líder de esas agendas internacionales.

Con Trump en frente en el gobierno, hay muchos temas olvidados y menospreciados que pueden ser recuperados por México. Uno de los más relevantes es la pérdida del liderazgo en América Latina. Estados Unidos ha concentrado sus recursos y atención a competir con China, dejando descuidadas algunas zonas que años atrás formaban parte de su zona de influencia. Así, si la política exterior mexicana es adecuada, puede formar puentes entre las naciones latinoamericanas, configurándose en un actor esencial en la región.

Es claro que Brasil también es un agente de peso en el sur del continente, pero si México no necesita competir con el titán sudamericano, sino que ambos pueden colaborar para reforzar la región y seguir avanzando como potencias regionales. Ahora es un momento apremiante para hacerlo, puesto que no sólo EUA ha disminuido su influencia, sino que los gobiernos mexicano y brasileño comparten ideas políticas, por lo que la cooperación podría ser más fluida. No cabe duda de que es una oportunidad invaluable para nuestro país, pero todo está en manos del actual gobierno para crecer al exterior como estado.

Historiador e internacionalista

@NielsRosasV (X)

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