Hace varios días se dio a conocer la noticia de que un dron sobrevolaba el bello municipio de Valle de Bravo, en el Estado de México. Si bien a muchos les pareció una simple noticia local, lo cierto es que no lo era. Lo sucedido presenta implicaciones de carácter nacional e internacional que pueden representar un riesgo para la actual administración federal de México y para toda la población.

Hace unos días, el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, firmó un decreto que permite a las Fuerzas Armadas intervenir en otras naciones para enfrentar a organizaciones criminales, entre ellas a los cárteles de droga extranjeros. Con ello, avanza en su agenda política con México.

Además, en tal contexto, no hace mucha falta que recordemos que el mandatario estadounidense ha mencionado en múltiples ocasiones en diferentes momentos que una de sus intenciones con respecto a México es intervenir para eliminar a los cárteles de droga, con el ánimo de reducir la violencia y el consumo de narcóticos en EU. Incluso en un par de episodios vertiginosos durante su primer mandato, el presidente apuntó que debería bombardear el territorio mexicano para erradicar a los grupos criminales, moción que ha sido respaldada por muchos políticos del ala dura del Partido Republicano.

Pero ahora que el reconocido diario difundió la supuesta orden de Trump para que las Fuerzas Armadas intervinieran en México, nos encontramos con la noticia del dron que sobrevolaba en Valle de Bravo. Sin duda, pareció un evento inverosímil, puesto que no habría razón alguna para que eso sucediera. Sin embargo, días después, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, corroboró la presencia del vehículo no tripulado y esclareció que su presencia había sido solicitada por el gobierno federal mexicano con el objetivo de realizar una investigación en la zona de despliegue.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum, ante la presión de muchos por la confirmación de la presencia del dron estadounidense a petición explícita de Palacio Nacional, explicó que había sido una decisión soberana sin presiones de Washington. Puede que así sea, pero cuesta creerlo cuando no sólo Trump ha insistido mucho al gobierno de la mandataria mexicana que combata el tráfico de narcóticos con EU, particularmente del fentanilo, sino que en más de una ocasión le impuso aranceles a México a manera de coerción para obligar a la administración federal a frenar las actividades de los cárteles de droga.

Claramente, el hecho de que sobrevolara un dron estadounidense en México obedece a que Washington tiene la firme intención de llevar a cabo la agenda política de Trump en materia de seguridad con su vecino del sur. Sí, él en sus discursos dijo que montaría una intervención en territorio mexicano, pero esa narrativa es para sus seguidores y para mostrarle al mundo que él y su gobierno son fuertes.

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