Las lluvias recientes en el territorio nacional han sido catastróficas para una gran parte de la población. En los días pasados nos enfrentamos a tormentas pesadas que han afectado a innumerables inmuebles y lamentablemente cobrado la vida de varias personas. México está en alerta. ¿Cómo atender esta delicada situación y qué enseñanzas nos ofrece?
Desde la semana pasada se registraron precipitaciones ligeras a moderadas en gran parte del país. Sin embargo, las lluvias pesadas comenzaron el viernes. En el caso de la entidad queretana, las afectaciones más severas se identificaron en el municipio de Querétaro y en El Marqués, lugares donde colonias, calles y avenidas quedaron inundadas por la copiosa cantidad de agua que cayó.
De acuerdo con la información provista por las autoridades, el agua que cayó el viernes en Querétaro fue el triple de lo que usualmente cae cuando se registra una lluvia pesada en la capital. Con esto en mente, se explica por qué el sistema de drenaje pluvial en la zona metropolitana de la entidad fue rebasado fácilmente en un periodo corto de tiempo a medida que la precipitación avanzaba con rapidez.
El resultado de lo anterior ha sido terrible. Además de las fallas en el suministro de energía eléctrica que han experimentado varias colonias en la zona conurbada de la capital, los daños y las pérdidas materiales han sido severos y, encima de ello, las defunciones a causa del temporal han marcado de manera indeleble este episodio obscuro en Querétaro. ¿Qué hacer ante este panorama delicado?
Hay que levantarse y seguir adelante como sociedad, pero hay cambios que deben hacerse. Primero, la reducción en el número de las lluvias y la concentración de la precipitación cuando llueve son consecuencias del cambio climático. De esta manera, existen prácticas que uno como ciudadana o ciudadano puede realizar para intentar aminorar el impacto que sus acciones generan a la degradación ambiental. Claramente, esto también es tarea del sector privado y del sector público.
Por otro lado, el cuidado de las calles, avenidas, colonias, etc., son tarea del gobierno, pero también de la población. Por ejemplo, tirar basura en espacios no diseñados para ello puede a la postre provocar problemas severos, como obstruir el sistema de drenaje pluvial, impidiendo que opere de manera apropiada. Esto se ha visto en múltiples ocasiones en Querétaro, por lo que sin duda es una tarea que todo habitante debe llevar consigo.
Ahora, como se mencionó, la lluvia que cayó en Querétaro fue el triple de lo que usualmente cae en una lluvia considerada pesada en la entidad. No había manera de que el sistema de drenaje pluvial pudiese darse abasto para cumplir su propósito. En este contexto, y tomando en cuenta lo mencionado de la concentración de la lluvia, sería oportuno que las autoridades rediseñen las estructuras de captación, conducción, descarga, etc., del sistema de drenaje para atender de mejor manera el temporal, sobre todo pensando en que de aquí en adelante es más probable que lluvias de esta naturaleza azoten a la entidad queretana.
De lograrse, las afectaciones para la infraestructura, empresas, negocios, el público en general y, sobre todo, las personas más vulnerables, se reducirían, mejorando el entorno del día a día en Querétaro. Es claro que es interés de todas y todos la inversión para el futuro del estado y su gente.
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (X)