En los últimos dos años, la era de la tecnología ha cambiado también para los artistas plásticos, quienes como Rodrigo Garrido han comenzado a fusionar la inteligencia artificial en esculturas de fabricación digital que se perciben sensibles, mediante el uso de un computador que se percibe en la parte trasera de la escultura, cuyo objetivo es el de entender la mente de la raza humana como un constructor social a través de estas esculturas con mente “propia”, para lograr entender los objetivos más complejos del ser humano como lo ha hecho en sus esculturas donde muestra cómo se percibe el amor por primera vez, mediante la programación de algoritmos y donde te hace dar una idea de cómo es que funciona la hormona que libera dopamina, oxitocina y serotonina en estas máquinas.

Rodrigo Garrido es un artista que reflexiona sobre el entendimiento y la construcción del ser humano del siglo XXI, crea esculturas sensibles, gracias al acercamiento que tiene con el escultor Javier Marín, comienza a crear obras con simulaciones por computadora, su formación es en ingeniería cibernética, pero tiene una fascinación por la especie humana, es conocido por ser un escultor post-contemporáneo, originario de la CDMX, quien recientemente nos presentó Esculturas sensibles / Sentient Sculptures, en el M108, una galería ubicada en la calle de Madero 108, en el Centro Histórico.

Y nos comparte que para que el arte sea visto hay que ponerlo en espacios públicos, no únicamente en espacios privados, ya que al no poder pertenecer a una esfera que no tenga una conexión amplia, con el mundo del arte, solo será visto por un pequeño porcentaje de la población, lo cual reduce su visibilidad.

La obra de Garrido tiene la finalidad de indagar en nuestra mente, desarrolla su arte mediante el descubrimiento de potenciales futuros, empezando por el desarrollo de conciencia y trabajar previamente la parte espiritual, por lo que sus obras son un reflejo de él, al dejar en cubierto el enamoramiento a primera vista, como respuesta a su sentir al abrir sus emociones, mismas que se exponen a través de las piezas que maneja en su muestra escultórica inteligente.

Al acercarnos a la obra de Garrido, te hace partícipe del diálogo entre cuerpos físicos y la inteligencia artificial. Empezó con la exposición de Laboratorio Arte Alameda, y ahí vio una oportunidad de poder exponer en la CDMX, e hizo lo mejor que podía en ese momento, y presentó su obra de Lovers, lo cual le ha abierto las puertas de distintos espacios desde el 2023.

Gracias a ello y que le gustaba resolver problemas por su formación en ingeniería, es que ve la vida como una secuencia de problemas que hay que seguir resolviendo, facilitando las cosas, su trabajo sigue siendo prometedor, por lo que lo veremos el siguiente año en San Petersburgo, Rusia.

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