A lo largo de la historia del arte, hemos visto que algunos animales e insectos han formado parte de infinidad de cuadros desde tiempos remotos, como el xoloitzcuintle, mejor conocido como “perro azteca o perro pelón”, es una reliquia mesoamericana —es resultado de una mutación genética espontánea que se dio de una generación a otra—, es uno de los animales que abordaré en esta primera parte y porque me parece interesante destacar que es un animal de los más respetados desde los tiempos del México prehispánico, debido a que se le considera el único en poder transitar junto con sus amos de la vida a la muerte, además de ser una raza emblemática y endémica de nuestro país.
Frida Kahlo, pintora moderna mexicana, reconocida por sus retratos autobiográficos, aborda a estos cánidos al estar rodeada de ellos, los retrata en sus distintas formas y escenarios de la vida diaria, recordemos que ella se pintaba así misma y con ello lo que amaba y compartía con su amado Diego, eran sin duda estos xoloitzcuintles, por eso es que la misma Lola Álvarez Bravo incluso la retrata en distintas ocasiones con sus xolos, dejando rastro de ello.
Artistas como Rufino Tamayo, Diego Rivera, Frida Kahlo y Raúl Anguiano han utilizado jaguares, soles y lunas, aludiendo a la cosmología indígena, de la misma manera que como animales de compañía y es que muchos artistas han incorporado poco a poco a los xolos a su vida diaria, incluso como protagonistas de su entorno familiar.
Otro ejemplo de ello fue el pintor, grabador, escultor, fundador de la Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y la Casa de Cultura de Juchitlán, me refiero al maestro Francisco Toledo, quien de la misma forma incluyó a esta especie como parte de su día a día y quizá en este momento sigan siendo compañeros en la otra vida.
Incluso los vemos en la actualidad, los podemos ver representados en algunos murales, como decoración en algunas casas oaxaqueñas, en grabados, arte objeto, entre otros, representados como seres míticos, formando parte del complejo de Quetzalcóatl, la “Serpiente Emplumada”.
Hoy por hoy, el xoloitzcuintle es emblema de los animales en peligro de extinción, como símbolo de una cultura ancestral, recurrente en nuestros tiempos y continúa siendo fuente de inspiración para los artistas contemporáneos, como Javier Marín, Martín del Campo, quienes gusta de su representación en sus distintas formas del arte.