Nayeli Rosas

Falsificación en el arte

Coleccionistas, museos o casas de subastas han logrado ser engañados por estos ingeniosos bribones del arte

Cada vez es más común escuchar sobre la corrupción en el mercado de arte, el cual está en todas partes, implicando a los museos, galerías, casas de subastas, valuadores de arte, etcétera, como parte de un vicio, pareciera que se han aliado con el mercado negro logrando la aceptación de obras para su venta con falsificación en obras de arte. Este es un problema muy recurrente para los artistas, quienes lamentablemente han sido víctimas de este tipo de delitos.

Es por ello que, en las escuelas de artes, se les hace cada vez más, mayor hincapié a los artistas a practicar más de cien veces de ser necesaria la caligrafía que utilizarán para firmar cada una de sus obras, y que sin importar la técnica que utilicen, la firma deberá parecerse entre una y otra, esto podría parecer una cosa sencilla, pero no lo es, ya que, con distintas texturas y el tipo de soportes, la caligrafía puede variar su forma y verse firmado por otro autor.

Hoy en día que es tan fácil el poder realizar la falsificación en obras de arte por distintos medios tecnológicos, que también es importante poder controlar este tipo de abusos, es por ello que cuando se detecta una falsificación en una obra de algún reconocido artista es necesario notar primeramente si existe alguna inconsistencia en alguno de los rasgos que distinguen la firma, después en caso de que eso no quede claro, se pide el apoyo de su perito valuador en obras de arte, quien debe conocer a la perfección la obra del autor, esta persona por si acaso podría solicitar ayuda de la tecnología forense del arte, es por ello la importancia en todo momento de que el artista firme de una forma convincente, para evitar dudas sobre la insignia del autor en caso de que sea post mortem y con ello pueda aumentar el valor de su obra de la mano con el certificado de obra.

Sin embargo, pese a que al día de hoy existen métodos científicos para analizar realizar el análisis de pigmentos, carbono 14, y que la IA, ayude a la detección de firmas falsas, hay muchos juicios y escándalos que forman parte ya un gran listado donde coleccionistas, museos o casas de subastas han logrado ser engañados por estos ingeniosos bribones del arte.

Alguno de los artistas que pasaron por este tipo de situaciones fue Jean-Michel Basquiat, ya muerto el museo de Orlando, en EE.UU. presentaron 25 obras falsificadas por el subastador angelino Michael Barzman , de su retrospectiva “Heroes & Monsters” aquí lo que pone en tela de juicio son varios personajes, entre ellos al director del museo, quien al dejar exponer un trabajo con su autentificación por parte del museo se expone obra “fake”, deja muy mal parado al recinto cultural porque al final él fue quien dio a conocer el trabajo, y quien le abrió las puertas al falsificante.

El falsificante, Han van Meegeren, fue un pintor, copista holandés, quien se destacó por conocer a profundidad la técnica de Johannes Vermeer, ridiculizando al mundo del arte de la época, al realizar distintas obras atribuidas a Vermeer, como la “Cena de Emaús”, dejando a expertos coleccionista como Hermann Göring y al público en general engañado con obras atribuidas este y a otros artistas durante la Segunda Guerra Mundial.

Ni que decir del mismo Picasso, Bansky, o Andy Warhol, quien este último en múltiples ocasiones su obra ha sido falseada en serigrafías, fue por ello que su Fundación en 2012, dejó de autenticar sus obras por el problema de exceso de obras falsas, así como sus certificados de autenticidad fraudulentos.

Hoy en día las casas de subastas, museos y galerías deben conocer más a fondo al artista que estará expuesto o del que se venderá la obra para no caer en este tipo de errores, revisando cada detalle y pincelada del artista, así como reconociendo el tipo de lienzo y donde es que suele firmar el artista, para evitar caer en algún tipo de fraude. Estudiar lo más posible al artista ayudará mucho para evitar este tipo de prácticas.

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