Gabriel García Aguas, artista plástico con más de 35 años de experiencia, originario del municipio de Pinal de Amoles, es el encargado de perpetrar de manera gráfica a personajes de tipo político, social y eclesiástico —estos últimos son de los más destacados que tiene—, por la complejidad de su técnica tarda en realizar cada uno de sus encargos, alrededor de un año por cada obra.

Para que se den una idea sobre su trabajo, realizó el retrato de quien fuera obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz, ahora arzobispo de Durango, quien, por cierto, decidió llevarse de aquí su retrato para conservar una gran obra de este destacado  maestro. Ahora, Gabriel nos comparte también con seriedad, audacia, destreza y talento plástico el encargo de la reproducción fiel del obispo monseñor don Fidencio López Plaza, otra gran obra en su trayectoria artística.

En este retrato muestra su buen trazo, utilizando como soporte, lino sobre tela, así como la impronta contemporánea de la técnica acrílica, los manejos equilibrados del multicolor en pinceladas sueltas en el fondo de la composición son realizados con evidente soltura de trazos primigenios, lo cual ayuda a resaltar la figura del personaje.

Gabriel admira el trabajo pictórico eclesiástico de grandes artistas como: Miguel Ángel, Rembrandt, Diego Velázquez, Rubens, a Goya —en alguna de sus facetas— así como al maestro Francisco Toledo, entre otros grandes pintores, ya que todos ellos siempre destacaron por su gran compromiso, el mismo que ahora García Aguas trata de plasmar en su obra.
El trabajo adicional que requiere pintar temas religiosos es que el artista debe estar involucrado en el Antiguo y Nuevo Testamento para poder interpretar de manera puntual el mensaje del evangelio que se quiere reflejar en cada retrato. Dominando la técnica y el significado iconográfico que hay en cada uno de los encargos, lo demás es antagónico al momento de realizar el trabajo artístico.

El maestro, además de su obra, realiza a la par un proyecto literario de historia del arte que veremos próximamente y si tienes ganas de conocer esta última obra pictórica, basta con que visites la catedral de nuestro estado, ubicada en la calle Francisco I. Madero no. 72, colonia Centro, en el “Salón de los Obispos” para que puedas ver las efigies mostradas y adicional a la iconografía, con la que cada uno de los personajes retratados gustan denotar en cada una de sus pinturas, para pasar a la historia a través de estos majestuosos retratos, que si miramos con atención dicen mucho de cada uno de ellos.

Hay que recordar también que estas personificaciones realizadas en las iglesias se hacen como medio de gratitud, aquí en nuestro estado, contamos con retratos como el de El Marqués de la Villa del Villar del Águila, y de los retratos de la pareja más célebre de nuestro estado como la de don Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán y su esposa María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón o del orden militar como el de don  José de Escandón y Helguera o del religioso como los célebres representantes iconográficos del venerable Fray Antonio Margil de Jesús y de nuestro venerado santo San Junípero Serra.

Y es que, con la elección pontificia de la Diócesis de Querétaro en 1823, el retrato adquiere una presagiada vocación de documento gráfico de la iglesia local, al día de hoy, son nueve obispos los que con su imagen han ilustrado la diócesis queretana, lo que lo coloca a este artista como uno de los grandes exponentes de esta corriente artística.

Twitter: @nayelirosasb

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