En muchas ocasiones solemos dar por hecho que las obras que vemos en las galerías, museos y lugares dedicados al “arte” son catalogadas como arte; sin embargo, no todo lo que vemos merece ser llamado así.

¿A qué me refiero con lo anterior?, pues resulta que en muchas ocasiones nos hemos encontrado con exposiciones que nos provocan todo menos ese sentimiento que genera un pensamiento crítico de las obras que tenemos enfrente. Es cierto que ese pensamiento al que me refiero no nace de la noche a la mañana, este es un trabajo que se desarrolla con el tiempo.

Es decir, el arte, el diseño y la arquitectura, por poner un ejemplo, tienen su función, a través del uso de la estética, de los colores y sus formas. Cada una de estas disciplinas son hechas para crear una sensibilidad al espectador con un resultado de por medio y no porque se haga una silla o una casa, significa que todo debería ser considerado “obras de arte”, pese a que su significado como tal depende mucho de la sensibilidad de la persona que la mire, también depende mucho de la aplicación de los procesos creativos empleados.

Hay una línea muy delgada entre una pintura y una obra de arte o una imagen. Es un juego de percepción y políticas sociales lo cual nos permite obtener distintos resultados, es decir, obras como la Mona Lisa de Da Vinci o El grito, de Edvard Munch, esta última se realizó mientras Munch se paseaba por las calles de Oslo, la cual nos refleja ansiedad y angustia de cuando una pareja de enamorados pasa de esa etapa romántica hasta la parte de la ruptura dramática y que hoy en día esa imagen es utilizada como parte de nuestra vida diaria, a través de emoticones de nuestro móvil.

Volviendo al tema de si es arte o no, lamentablemente por muchos años, las personas encargadas de mover los hilos del mundo del arte, en las grandes galerías a nivel mundial, han sido las encargadas de decirnos quien es artista y quien no, eso no quiere decir que algún artista que no haya tenido la oportunidad de exponer en cierto lugar no debe ser considerado artista o sus obras unas obras de arte o simples trazos, porque para llegar al resultado de querer exponer, debe existir cualidades artísticas que desafortunadamente no todos los artistas tienen la oportunidad de mostrar en estos espacios, debido al criterio personal y punto crítico que a veces varía del conocimiento y en entendimiento que se tiene entre el artista y el galerista.

Un ejemplo de esto es Van Gogh, quien fue reconocido después de su muerte y es considerado al día de hoy como uno de los máximos exponentes del postimpresionismo, y que pese a comentarios de algunos críticos que dicen que su obra no es “tan buena” y otros sí lo creen, al final de cuentas todo depende del ojo crítico de quién mira el cuadro, pero si cuando lo mira te hace sentir que lo que ves te traslada a ese lugar una y otra vez su pintura, significa que algo movió en ti.

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