La era de los activos digitales están transformando lo que vemos día a día, por un mercado artístico digital que día a día va en crecimiento, es por ello que ahora escuchamos el boom sobre la compra de arte digital a través de los No Fungibles Tokens (NFT’s por sus siglas en inglés Non-Fungible Token), son nada más y nada menos que archivos digitales no fungibles, este término cada vez más común escucharlo.
Hay que tomar en cuenta que un NFT no puede ser intercambiado por ninguna otra pieza de arte; es decir, si llegaras a comprar El Beso de Gustav Klimt, no podrías cambiarla por Las Meninas de Velázquez, esto se debe porque se hace el registro único a través de algo llamado “blockchain” —red pública que permite intercambiar dinero, a través de algoritmos criptográficos, que sirven para comprar audios, videos y arte—. Y ahí se vería que adquiriste específicamente ese NFT.
Otro factor que debes tomar en cuenta sobre un NFT, es que como comprador de una obra sólo obtendrías el certificado de autenticidad de la obra de arte, para quienes lo adquieren es un elemento de inversión, considerado un bien para mostrar una señal de estatus como puerta de acceso a comunidades consideradas “exclusivas”. Algunos famosos que han comprado arte lo han utilizado para alardear, como lo hizo Martín Mobarak, filántropo y emprendedor social que quemó la obra de Fantasmones siniestros de Frida Kahlo, valuada en 10 millones de dólares en julio del año pasado y se convirtió en un tema viral al ser un empresario millonario, coleccionista de arte en la era digital.
Al día de hoy, todavía este tema de los NFT’s en el mundo del arte tiene una connotación donde no hay mucha aceptación, todavía se tiene rechazo debido a que puede llegar a perderse el enfoque original del creador de la obra, el nuevo propietario podría hacer lo que hizo Mobarak con la obra de Frida, sin tomar en cuenta que el arte físico y el arte digital no compiten de ninguna manera.
Lo que también debes saber como comprador de un NFT, es que el creador de un token, obra, o NFT, es que sigue reteniendo los derechos de autor, y de reproducción por lo que puede continuar haciendo su reproducción de manera física también. En caso de que el propietario de un NFT desee venderla, podría hacerlo, al ser contratos inteligentes el creador generaría regalías a partir de ello. Quedando registrado en el sistema de “blockchain”.
Es importante resaltar que todos podemos crear un NFT, siempre y cuando se genere un token no fungible a partir de tu trabajo, las plataformas más utilizadas para ello son “ether”, criptodivisa nativa de “ethereum” y la de “blockchain” —al momento la más amigable—.
El valor de un NFT está bajo demanda, su exclusividad ha impulsado una compraventa que se ha extendido a otras ramas artísticas, como la música, el cine o los videojuegos.
Al momento, el NFT más caro lo ocupa la obra de Right Click and Save As guy, que fue adquirida por el rapero Snoop Dogg por la cantidad de 7.088.229 dólares el pasado mes de diciembre.
Todo depende también de factores de quienes han sido sus vendedores anteriores en el momento de las subastas. Cuanto más popular es una colección, más probable es que los NFT se aprecien.
¿Y tú, te atreves a adquirir un NFT o prefieres quedarte con una obra en físico?