Viene diciembre, y empieza la ansiedad colectiva: ¿todavía es posible conseguir vuelos a precios decentes para Navidad y Año Nuevo? La respuesta es un “sí, pero…” depende de la estrategia, flexibilidad y, sobre todo, del reloj que corre en nuestra contra. La experiencia y los datos nos dicen que la ventana ideal para reservar boletos navideños suele ubicarse alrededor de 50 días antes del viaje, un periodo en el que plataformas como Google Flights han detectado históricamente tarifas más amigables. Para vuelos nacionales, ese margen suele extenderse desde tres semanas hasta casi dos meses antes, mientras que los viajes internacionales requieren aún más anticipación. Dejar la compra para último momento rara vez funciona; quienes cruzan los dedos esperando una oferta milagrosa casi siempre terminan pagando más. Las fechas también juegan un papel decisivo. Volar justo después de Navidad, especialmente el 26 o 27 de diciembre, es una de las decisiones más caras que se pueden tomar. El regreso después de Año Nuevo, particularmente entre el 2 y 3 de enero, tampoco perdona. En cambio, viajar el 24 de diciembre suele ser inesperadamente conveniente, y lo mismo ocurre cuando se regresa el 31, una jornada en la que pocos están pensando en tomar un avión. Incluso el día de la semana influye: lunes, martes y miércoles mantienen, por lo general, las mejores tarifas, mientras que los fines de semana se encarecen por pura y simple demanda.

Este año, destinos como Río de Janeiro se han convertido en los grandes protagonistas entre quienes planean escapar durante las fiestas. Sus playas, el clima cálido y su atmósfera de celebración constante lo han posicionado como uno de los lugares más buscados para viajar entre Navidad y Año Nuevo. También se observa un incremento en el interés por el Caribe, Santo Domingo, Punta Cana, Aruba y por las ciudades europeas que combinan mercados navideños con temperaturas más benévolas. No sorprende: diciembre es la temporada perfecta para buscar sol o luces festivas. En materia de precios, la realidad es que pocas aerolíneas muestran tarifas “baratas” a estas alturas del año. Aeroméxico, por ejemplo, ofertas específicas para diciembre y ocasionalmente aparecen oportunidades interesantes, pero desaparecen rápido. Y aunque no existe una cifra universal que se pueda prometer porque varía según el origen, el destino y la disponibilidad, sí es claro que las mejores oportunidades le pertenecen a quien busca a diario, activa alertas y tiene la disposición de elegir vuelos con escalas, que suelen ser considerablemente más económicos que los directos. Quien aspire a viajar debe considerar también la saturación de los aeropuertos. Hubs como Miami o aquellos que funcionan como entrada a destinos playeros, vivirán días de caos donde las multitudes, las filas eternas y los retrasos se vuelven parte inevitable del ritual navideño del turismo. No lo dudes, optar por aeropuertos alternos puede significar no solo un ahorro, sino también un viaje más amable.

Queridos lectores, la conclusión es simple: todavía hay posibilidades, pero no conviene confiarse. Esta temporada es un juego de estrategia en el que ganan quienes actúan rápido, mantienen la flexibilidad y toman decisiones informadas. La buena noticia es que, con un poco de malabarismo, aún se puede encontrar un vuelo razonable para cerrar el año lejos de casa, sin que el costo arruine el espíritu festivo y desde luego nuestro bolsillo.

*Periodista y conductora

Premio Internacional de

Periodismo Turístico 2022

Otorgado por la OMPT

Instagram @NatividadSancheB

Facebook.com/NatividadSánchezB

Google News