El martes pasado el consejo municipal de Venecia aprobó cobrar cinco euros la entrada a quienes quieran visitar la ciudad a partir del 2024. Pues el destino es víctima del turismo masivo y está advertido de ser colocado en la lista de la UNESCO como patrimonio en peligro, al ver que no se toman acciones para detener su deterioro. Desde luego surgen muchas dudas al momento de resaltar lo bueno, lo malo y lo feo de la medida en cuestión. Para las autoridades no es un dolor de cabeza lo que piensen los turistas, si les parece una regla injusta, si el costo es o no elevado, o bien si a los lugareños les causa algún conflicto, pues de lo que se trata según el objetivo son los beneficios que traerá al destino, pues lo que se busca es disipar a los paseantes que día con día atiborran una de las ciudades más bellas del mundo por sus canales, puentes, palacios y obras de arte, pero que evidentemente hacen que el sitio se desgaste poco a poco. El primer beneficio que todos vemos es el monetario, pues para el sitio representa una muy buena oportunidad de obtener ingresos, aunque de por sí ya es caro. Pese a ello, tan solo de pensar que cada día llegan alrededor de 100 mil turistas, imagínense la cantidad anual de recaudación es exorbitante, no obstante, para mí, no es el camino, pues finalmente los visitantes se pasarán la medida por el arco del triunfo y pagarán por entrar, por lo que no se disipará el turismo, eso sí, podrán invertir el dinero en restauraciones.

Pero, ¿cuál fue el motivo por el que las autoridades venecianas decidieron implementar dicha acción? Además de lo que ya se sabe, a decir de lugareños y visitantes, muchas veces es desagradable, y no por su aspecto, sino que no se puede ni caminar. Al igual que destinos como Barcelona y Lisboa, el sobre turismo está provocando presión sobre la infraestructura, a la par de la falta de vivienda asequible. Buscando alternativas decidieron implementarlo, e iniciará como periodo de prueba a partir de la primavera del 2024. El gobierno seleccionará 30 fechas que coincidirán con los periodos pico de asistencia para probar si disminuye la afluencia. Se aplicará a turistas que van un solo día y solo será para el centro histórico, excluyendo a las islas cercanas como Murano. No se cobrará a quienes tienen una reserva de hotel, residentes, familiares de locales, quienes van por motivos de trabajo o voluntariado, estudiantes matriculados, atletas que van a eventos deportivos y menores de 14 años.

Queridos lectores, pues como les comenté, yo no creo que la solución al problema de exceso de turismo sea tener un costo de entrada a la ciudad, pues si lo pensamos detenidamente hay tarifa en muchos países, ya que al llegar exigen como dirían por ahí “el derecho de piso” en la visa o algún permiso, y en este caso, sería como ingresar a un atractivo más, un parque de diversiones o una zona natural protegida, así que creo que muchos lo contemplarán en su lista de gastos, pues en realidad la cantidad no es tan alta como para dejar pasar la oportunidad una vez que estás allá, claro que no se nos hace justo, pues en ningúna ciudad existe hasta el momento una tarifa por el simple hecho de pasear; sin embargo, yo no lo dejaría de lado, así que iré preparando mis cinco euros, ustedes qué opinan, ¿dejarían fuera este destino en su visita a Europa?

*Periodista y conductora

Premio Internacional

de Periodismo Turístico 2022

Otorgado por la OMPT

Twitter @NatividadSanche

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