Para comenzar quisiera recordarles que hoy iniciamos el mes de octubre, y quedan sólo 91 días para finalizar el año. No quiero ser aguafiestas, pero revisen su lista de propósitos, sólo por curiosidad, para ver cuántas palomitas más podremos contar.
Ahora sí comenzamos con el tema de esta semana. Creo que cuando nos vamos de viaje jamás nos imaginamos que pueda haber un altercado durante el vuelo, pero lamentablemente algunos pasajeros no viajan tan conformes, o simplemente son de aquellos que les gusta causar problemas de la nada, como sea, a nadie se le desea que algún día llegue a padecerlo y por supuesto, mucho menos ser partícipe y quedar bajo arresto. Esto viene a colación sobre el reciente incidente donde un pasajero golpea en la nuca a un sobrecargo en el vuelo 377 de American Airlines con salida de Cabo San Lucas, México, rumbo a Los Ángeles, California, Estados Unidos. Alexander Tung Cuu Le, de 33 años, residente del sur de ese destino, fue acusado de interferir el vuelo, delito que imputa una sentencia de 20 años en la prisión federal de ese país. La aerolínea indicó en un comunicado que no tolerará actos de violencia contra los miembros de su tripulación. “La persona involucrada desde luego, nunca podrá viajar con la compañía”.
Es importante mencionar que existen acuerdos internacionales que avalan las reglas, derechos y obligaciones tanto de los pasajeros como de la tripulación, y que regularmente por la emoción del viaje, no nos ocupamos de ello. Uno de los detalles que posiblemente muchos desconocíamos es que al despegar, el piloto se convierte en un comandante en jefe, que en su momento tendrá la facultad de ordenar que un pasajero sea arrestado, e incluso decidir aterrizar en otro destino para resolver la situación. Esto acorde al Convenio de Tokio (nombre técnico que se le da al acuerdo sobre las infracciones y otros actos cometidos a bordo de las aeronaves, firmado un 14 de septiembre de 1963 en Tokio, y que se aplica a las leyes penales y los actos que pongan o puedan poner en peligro la seguridad en vuelo). El Convenio de Tokio otorga derechos de jurisdicción al país de registro de la aerolínea, y deja la puerta abierta para que otras naciones puedan extraditar al delincuente y, de esta manera, ejercer su jurisdicción penal. Así como existe este convenio, también hay otros sobre la marcación de explosivos, de apoderamiento ilícito de aeronaves, terrorismo, secuestro y más. De hecho, la Organización de Aviación Civil Internacional ha detallado que luego de la pandemia, la hostilidad y agresiones en los vuelos aumentó, por lo que los castigos también se volvieron más severos y las multas más altas.
Para finalizar volvemos a la pregunta, ¿puede arrestarme un sobrecargo? Claro que sí, como lo comenté hace unas líneas, gracias a los mencionados acuerdos internacionales y luego de infinidad de incidentes, los comandantes en vuelo están autorizados para arrestar personas, multar e incluso redactar el testamento de un pasajero agonizante o certificar su muerte.
Por cierto y cambiando de tema, suerte a quienes participan en el Querétaro Maratón, su servidora va por 10 kilómetros, nos vemos mañana.
*Periodista y conductora
Premio Internacional
de Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT
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