Añejas anécdotas, apodos, extravagancias, pasatiempos y pláticas de ejecutivos que quizá nunca revelen su identidad, son solo algunas de las historias que guardan con celo los aviones presidenciales con cada mandatario, en todo el mundo.

El pionero en nuestro país fue “El Mexicano”, un C-47 Skytrain militar que se convertiría en el primer avión presidencial en la historia de México, más tarde llegaría “El Mexicano II”, un Douglas C-4/C-5, donde el Cachorro de la Revolución, Miguel Alemán, viajó durante su sexenio. En el mandato de Adolfo Ruiz Cortines se obtuvo a “Francisco Zarco”, un Douglas DC-6, usado en contadas ocasiones. Voló de forma frecuente hasta la presidencia de Adolfo López Mateos, quien compraría algunos más, como el Bristol Britannia 302, bautizado como “Ciudad de México” (una de las aeronaves más sofisticadas de esa época) y el “Tenochtitlán”, modelo Douglas DC-8 que fue heredado al presidente Gustavo Díaz Ordaz. El primer mandatario viajaba en el “Tenochtitlán” cuando se trataba de vuelos internacionales, y para trayectos menores usaba dos Fokker F-27, el “Benito Juárez” y el “Morelos”.

La siguiente adquisición fue uno pequeño al que la prensa llamó “Topo Gigio”, un Hawker Siddeley HS modificado a gusto del presidente Luis Echeverría, su nombre fue “Miguel Hidalgo”. Pero al presidente José López Portillo no le agradaba su tamaño, por lo que ordenó dos unidades Boing 727 que fueron propiedad de Mexicana de Aviación, “Quetzalcóatl I” y “Quetzalcóatl II”. Con Miguel de la Madrid llegó el “Presidente Benito Juárez”, un Boig 757 vendido antes de ser estrenado, pues la polémica obligó al gobierno a deshacerse de él debido a su alto costo. Sin embargo, una falla en el “Quetzalcóatl I” dio pie a la obtención de otro por la cantidad de 43 millones de dólares. Se ocupó en la administración de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, fue retirado en el 2016 con el periodo de servicio más longevo. Después de 19 años diputados y senadores coincidieron en que era urgente renovar el “Benito Juárez” por lo que optaron por un Boing 787 Dreamliner llamado “José María Morelos y Pavón”, considerado el mejor de América Latina.

Pero no somos los únicos con polémicas historias de aviones presidenciales, el famoso Air Force One de Estados Unidos se ha convertido en toda una leyenda por sus apariciones en el cine, al funcionar como una “Casa Blanca voladora” en la que el mandatario en turno puede tranquilamente gobernar el país desde los aires por su sofisticado método de radares. La bestia rusa, el Ilyushin II-96-300PU, cuenta con sistemas para interferir antenas y su capacidad de defensa sigue siendo secreto de estado. Por su parte el Airbus A340-313X de Alemania tiene la capacidad de convertirse en hospital aéreo,  y el Airbus A330-200 de Francia es un centro de comando, el Airbus A330 MRTT de Reino Unido es un avión cisterna (es decir que permite recargar combustible en vuelo) ocupado actualmente por el primer ministro y la familia real.

El “José María Morelos y Pavón” se volvió famoso no por su equipamiento, sino por los lujos y  la “rifa” que  se llevó a cabo hace unos días, ¿se imaginan que tuviéramos en nuestra lista sus últimos viajes?, Italia, Rusia, Turquía, Suiza, Portugal, España, Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Kuwait y Qatar.

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