La pregunta que titula esta colaboración podría parecer infantil o simplemente una fantasía de ciencia ficción. Pero lo cierto es que cada vez suena más legítima. La idea de que cualquier persona, no solo astronautas entrenados por agencias espaciales, pueda viajar a la Luna ya no vive solamente en los libros de Julio Verne o las películas de Stanley Kubrick. Hoy, grandes compañías, multimillonarios excéntricos y startups espaciales están trabajando seriamente para convertir ese sueño en un producto vendible. Desde hace ya más de una década, compañías como Space Adventures propusieron misiones para orbitar la Luna utilizando tecnologías rusas. En 2005, ofrecieron asientos por unos 100 millones de dólares, aunque más adelante se dijo que uno de los boletos llegó a venderse por 150 millones. La empresa Golden Spike Company surgió con bombo y platillo en 2012 con la promesa de llevar humanos a la superficie lunar en misiones comerciales; sus precios estimados rondaban los mil quinientos millones de dólares por cada vuelo, con la esperanza de que gobiernos, científicos o incluso turistas ultra millonarios se animaran a comprarlos. Como era de esperarse, el proyecto quedó congelado.

Pero no todo ha sido humo. SpaceX, la empresa de Elon Musk, se ha convertido en una de las principales candidatas a materializar la hazaña. Su nave Starship aún en fase de pruebas fue seleccionada por la NASA como parte del programa Artemis para regresar humanos a la Luna. Dentro de sus propios proyectos destaca el famoso dearMoon, una misión financiada por el millonario japonés Yusaku Maezawa para llevar a artistas y creadores a orbitar nuestro satélite. Aunque todavía sin fecha concreta, esta misión es, por ahora, la propuesta más avanzada de turismo lunar no ficticio. Eso sí: quienes imaginan a familias felices abordando un vuelo rumbo a la Luna como si su destino fuese Cancún para celebrar Navidad, tendrán que esperar varias décadas más. A pesar de todo esto, no debemos perder de vista que el avance ha sido impresionante. Entonces, ¿cuándo podremos viajar a la Luna? Si hablamos de misiones turísticas reales, la respuesta sería “en la próxima década”. Si pensamos en viajes más accesibles, podríamos estar hablando de mediados del siglo XXI. Tal vez nuestros hijos o nietos tengan la posibilidad de hacerlo.

Mientras tanto, podemos conformarnos con observarla desde aquí. O, mejor aún, verla frente a frente, aunque sea simbólicamente en el corazón de Querétaro, con la gira itinerante de la obra monumental Museum of the Moon del artista británico Luke Jerram, una escultura inflable de siete metros de diámetro con imágenes detalladas tomadas por la NASA. El recorrido ya comenzó en Plaza Fundadores, y permanecerá hasta el 5 de octubre; después se moverá a la Alameda Hidalgo, del 8 al 12; llegará a Santa Rosa Jáuregui del 15 al 19; y cerrará en el Jardín Guerrero del 22 al 26. El horario es de 2 de la tarde a 10 de la noche y es totalmente gratuito. Una oportunidad perfecta para contemplar nuestro satélite como pocas veces puede hacerse: cerca, con detalle, iluminado y envuelto en arte y ciencia.

Queridos lectores, quizás no podamos comprar todavía un boleto para ir a la Luna, pero por ahora podemos acercarla a nosotros. Y con eso, soñar un poco más. Porque soñar también es parte del viaje. ¿Y ustedes ya fueron a visitarla?

Periodista y conductora

Premio Internacional

de Periodismo Turístico 2022

Otorgado por la OMPT

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