Últimamente ha sonado mucho el término gentrificación con el convenio reciente entre el gobierno de la Ciudad de México, la plataforma Airbnb y la Organización de las Naciones Unidas (Unesco), según su declaración, con el objetivo de convertir ciertas zonas como centro de turismo para la nueva era de los llamados “nómadas digitales”.

Como primer punto me gustaría aclarar los términos, el primero “gentrificación”  que en pocas palabras se refiere al desplazamiento de un grupo de personas con menor poder adquisitivo por uno de mayor capacidad económica, esto sucede luego de un proceso de rehabilitación o transformación que se realiza en un espacio urbano que está deteriorado, por lugares comerciales y residenciales convirtiéndolos en espacios más atractivos y desde luego, mucho más caros.

La primera referencia que existe de este suceso fue la situación social que vivieron los barrios obreros en Inglaterra en 1865; sin embargo, el término como tal se dio en 1964 en un estudio que se realizó en Londres.

A esto le sumamos la revolución de la nueva era digital, la aparición de distintas formas de trabajar desde cualquier parte del mundo con la red de internet, y la llegada de plataformas como Airbnb que ofrecen inmuebles en renta para vivir por cortos periodos de tiempo y dar esa facilidad de internarse entre la población como  residentes.

Actualmente el foco de atención está en la colonia Roma y la Condesa, en la Ciudad de México, pues los ciudadanos que antes vivían en dichos sitios, fueron desalojados por los propietarios de los inmuebles, subiéndoles la renta a cantidades exorbitantes, con el argumento de que los lugares serían rentados por medio de Airbnb.

Existen casos en que, a decir de los vecinos, la renta promedio figuraba entre los 15 y 20 mil pesos mensuales, pero ahora  comentan que incluso se encuentran las tarifas en dólares y el mes llega a costar cerca de 80 mil pesos, claro, tomando en cuenta que el departamento o casa estuviese ocupado todos los días.

Es importante señalar que la renta regularmente se hace a extranjeros que buscan un lugar más barato para vivir, pues ellos reciben su sueldo en dólares o euros, y en Ciudad de México gastan en pesos.

Pero, cuál es el problema cuando cierta parte de la población se beneficia al rentar un inmueble de su propiedad a precio del extranjero. Según el gobierno de la Ciudad de México, la problemática radica en que la población más vulnerable destina más del 30% de su sueldo mensual a la renta de su casa o departamento.

La falta de viviendas alcanzables y en buena ubicación provoca la migración hacia otras zonas, incluso de conservación y de alto riesgo.

Dicho fenómeno no solo sucede en la Ciudad de México, también ha pasado  en San Cristóbal de las Casas en Chiapas, San Miguel de Allende en Guanajuato, Tijuana, Baja California, Mérida y Puerto Peñasco, solo por mencionar algunos.

*Periodista y conductora
Premio Internacional de Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT
Twitter @NatividadSanche
Facebook.com/NatividadSánchezB

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