Quienes estén por hacer un vuelo, ya sea nacional o internacional, esto les interesa, pues no me dejarán mentir que, aunque ya hayamos viajado mucho, seguimos haciendo la misma pregunta sobre los artículos que sí y que no se pueden llevar en la maleta de mano, como teniendo la esperanza de que todo se pueda pasar libremente, pero nada más triste, pues las reglas siguen igual en gran parte del mundo, aunque en algunos destinos hayan anunciado cambios en la norma de los 100 mililitros, todavía no sucede, al menos, a mí no me a tocado correr con esa suerte, e incluso puedo comentarles que en algunas partes de Asia existen aerolíneas que antes de subir al avión te vuelven a checar las maletas para que no subas con líquidos. En fin, este tema ya está más que cantado, la mayoría sabemos que nos van a quitar esos artículos y más que uno sigue cometiendo el mismo error viaje a viaje.
Pero, a dónde se van esos productos que tanto coraje nos da ver volar directo a los contenedores en los controles de seguridad. Como primer punto debemos resignarnos a dar el artículo por perdido cualquiera que sea, pues aunque en algún momento estuvo funcionando un emprendimiento en la recuperación de los objetos, actualmente no es una realidad, y en definitiva no hay manera, cosa contraria y distinta con lo olvidado o extraviado. En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hay un convenio con organismos de beneficencia en el que los productos que se encuentran en buen estado, nuevos y sellados se envían para su uso. Mientras que artículos de valor o herramientas son mandadas a instituciones que se encargan de subastarlas, con el objetivo de obtener recursos para su mantenimiento. Tan solo en el aeropuerto de Guadalajara y el de Tijuana se retienen cerca de 100 toneladas de pertenencias, entre tequila, hebillas, armas, navajas, encendedores e incluso figuras religiosas con terminaciones filosas. Con lo que respecta a nuestro país vecino, Estados Unidos, suceden tres cosas: uno, se van a la basura (pasa con todo los líquidos); dos, se van a organizaciones benéficas y tres, los ponen a la venta por medio de agencias especiales que se dedican a ello, el dinero recaudado va a distintas instancias. Y una cosa, para quienes se molestan por la acción, los aeropuertos no consideran que el artículo es “confiscado”, pues te dan opciones: documentarlo, ir a tu auto a dejarlo si lo tienes en el estacionamiento o, bien, “abandonarlo” en las bandas de seguridad.
Ahora vuelvo con los artículos perdidos y olvidados. Si corres con la suerte de que seguridad lo recoja, tienes esperanza de volverlo a ver, claro, debes llevar a cabo un proceso para demostrar que es tuyo en el departamento de objetos perdidos. En Estados Unidos te dan un plazo de 30 días para recuperarlo, y en México puedes hacer el reclamo 15 días después de haberlo extraviado, ya que los artículos tardan ese tiempo en llegar a las oficinas de objetos olvidados. En caso de haber dejado algo en el taxi del aeropuerto debes dirigirte a la oficina de transportación terrestre, y en caso de haber ocurrido en el avión con la aerolínea.
Así que, yo diría que más vale que no nos “confisquen” nada, ni olvidemos o extraviemos algo, nos evitamos trámites, esfuerzo y tiempo, y si es así, quizá sea mejor darlo por perdido. ¿Ustedes qué opinan?
*Periodista y conductora
Premio Internacional de Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT
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