Los principales factores que dañan el ecosistema de la Sierra Gorda de Querétaro son: las plagas en la vegetación, así como la explotación de metales en las minas que arrojan desechos en ríos y otros cuerpos de agua, aseguró la directora del Grupo Ecológico Sierra Gorda I.A.P., Martha “Pati” Ruiz Corzo.
En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, la activista destacó que la presencia de minas en los municipios serranos no contribuye a mejorar la economía de los pobladores y merman su salud.
También, las plagas destruyen cientos de hectáreas de árboles, pues las especies afectadas por muérdago son mezquites y huizaches, mientras el gusano descortezado afecta a los pinos.
En los últimos dos años se ha contabilizado la pérdida de 6 mil hectáreas de pino, derivado de afectaciones por plagas.
“Las minas son ratoneras y aprovechamientos horrorosos. Solo se beneficia a media comunidad, los residuos se vierten a los ríos, es una situación fuera de control. Las autoridades están rebasadas. Hay un montón de serranos que están en ratoneras, por todos lados. Estamos rebasados tecnológicamente, socialmente y organizativamente. Creo que es una de las grandes afectaciones de la Sierra Gorda. Es minería pero de extrema pobreza porque la gente pierde su salud a cambio de unos pocos pesos”.
Añadió que el problema pone en riesgo la cadena alimentaria de la reserva de la biosfera de la Sierra Gorda, por lo cual se han acercado ante las autoridades, pero no se ha logrado una coordinación adecuada.
“Hay contradicciones, unos promueven la minería y otros la sustentabilidad. No hay congruencia entre el trabajo de una Secretaría con la otra, una con a nivel federal y otra a local. Es precisamente el problema, la falta de coordinación”.
La directora del Grupo Ecológico Sierra Gorda I.A.P. detalló que en el tema de la plaga del gusano descortezador autoridades y ecologistas están rebasados, “porque nos rige la Norma Oficial de Sanidad Vegetal que resulta de alta peligrosidad, medieval. Y no solo obsoleto, sino de gran impacto. Porque se utilizan insecticidas con efectos residuales”.
“Vamos a manejar la plaga pero con control biológico para no dañar a los bosques con insecticidas tóxicos”, apuntó.
Avanzan proyectos de conservación
El Grupo Ecológico Sierra Gorda, I.A.P. opera una red de 113 centros de acopio, trabaja con 18 mil niños cada mes y 45 grupos de jóvenes en Eco clubes, capacita y fortalece a 65 micro operadores turísticos, elabora mejores prácticas para restablecer la vida de los suelos y capturar agua en mil 300 hectáreas de bosque y sus 250 propietarios, así como los capacita para la producción de alimentos orgánicos.
Desde el año 1997 este organismo opera el único proyecto validado en México para la venta de compensaciones de carbono forestal, de cinco que existen en el planeta.
El proyecto de conservación trabaja por ir más allá de la filantropía tradicional con una nueva estrategia de financiamiento que genera ingresos para los campesinos por la plantación de árboles y la captura de carbono, compensando las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Hace 17 años nació la idea de que le den un pago a los dueños de los bosques para que no los quemen. Para que saquen a los vacas y permitan la restauración de los bosques, pues los animales se comen los retoños. Ante todo para que no existan incendios o cambio de uso forestal a pecuario”, puntualizó Martha “Pati” Ruiz Corzo.
En los últimos años, entre los campesinos de la Sierra Gorda se busca no promover la ganadería en tierras de vocación forestal, pues detalló que “un bosque que no tiene valor económico está en serio riesgo de ser quemado por cualquier persona. Desde que logramos los pagos para los dueños de los bosques se han disminuido, sensiblemente, los incendios”.
Dicho programa dota a las comunidades rurales que viven en extrema pobreza con oportunidades económicas, a la vez que conserva una de las regiones más biodiversas de México.
“Hemos sido calificados como el área natural protegida con la mayor participación social en el planeta, organizamos a 35 mil serranos cada año en temas de saneamiento. Somos una red y no hemos terminado. Contamos con un tejido social muy valioso”, concluyó Martha “Pati” Ruiz Corzo.