Este 2 de abril empezaron formalmente las campañas federales hacia 2018. Los candidatos presidenciables nos dejaron ver lo que serán parte de sus estrategias para los siguientes 90 días.
José Antonio Meade, candidato por la coalición Todos por México decidió hacerlo desde Mérida, Yucatán, donde durante su intervención dio a conocer sus siete compromisos a favor de las mujeres, jóvenes y familias mexicanas. Como tercer compromiso, señaló que todos los jóvenes tendrán educación, trabajo o negocio propio, por lo que habrá cobertura universal de preparatoria, becas para estudiantes en el extranjero y trabajo mediante el modelo dual.
Por su parte Ricardo Anaya por la coalición México al Frente, hizo lo propio desde Celaya, Guanajuato, en donde resaltó que su campaña estará centrada en los jóvenes y en las mujeres. Anaya inició sus actividades electorales de una manera no convencional con el “Hackaton” un evento en el que cientos de jóvenes trabajaron durante 12 horas en propuestas y soluciones para los problemas del país. AMLO, candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, decidió hacerlo desde Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, hasta el momento solo se ha pronunciado a favor de dar becas a jóvenes para que continúen sus estudios.
Por último y no por ello menos importante, Margarita Zavala, candidata independiente, lo hizo desde Ecatepec, Estado de México, quien mencionó que todos podrán estudiar por lo menos el bachillerato, dará becas para apoyar a las jóvenes para que terminen sus estudios universitarios o bachilleratos técnicos, así como hacer posible que más jóvenes hablen otro idioma, además del español.
Se estima que alrededor de 14 millones de jóvenes ejerzan por primera vez su derecho a votar. Esto representa aproximadamente 17% del electorado, según cifras del Instituto Mexicano de la Juventud.
Esta nueva generación millennial trae consigo 3 principales características:
Será sin duda la generación mejor informada que haya votado en una elección federal. Esta generación no estará atenta a los spots de radio ni televisión que reproduzcan los diferentes candidatos, acabarán odiando toda la propaganda electoral que inunden sus ciudades y sus espacios. Solo estarán atentos a sus redes sociales y, en específico, a los temas que los involucren, es decir lo que ellos quieran leer y de lo que quieran estar informados. Por lo que la y los candidatos deberán cuidar sus errores y declaraciones en redes sociales. No bastará de foto y la cara bonita ayudando a una persona para hacer empatía, se necesitará mucha creatividad y buenos argumentos en sus tweets y plataformas digitales para llegar a los millennials.
Será la generación con mayor participación de la historia, se trata de una generación ávida de nuevos caminos para encontrar respuestas a los problemas sociales; políticas públicas con las que se sientan involucrados e identificados.
Será el voto mas volátil dentro del electorado. La gran mayoría de los millennials no tiene identificado un candidato, ni se han puesto la camiseta de alguna coalición, no será hasta el ultimo día que estén enfrente de la boleta que decidirán su voto a un candidato. Por lo que influenciar a este sector será la tarea más difícil que tendrán la y los candidatos a la presidencia.
Falta mucho por ver en estos próximos 90 días, pero sin duda veremos una lluvia de memes y una cantidad de información como nunca antes se había visto en la historia de este país. Los candidatos deberán ingeniárselas para no sólo no equivocarse y evitar ser los antagonistas de las redes sociales, sino que también tendrán que involucrar a los jóvenes dentro de sus decisiones más importantes.
Esperemos que los equipos de los candidatos entiendan bien estas características y más que nada como viene el voto millennial hacia 2018. Queremos ver políticas y propuestas hechas por jóvenes, decisiones importantes hechas por jóvenes; basta de que otras generaciones traten de pensar como nosotros, basta de que otras generaciones busquen imponer ideas y políticas públicas “de espaldas” a la realidad.