Construir y defender a Querétaro —su identidad, presente y futuro— debe ser la prioridad de todos los actores sociopolíticos y partidistas para conservar y proyectar las posibilidades de bien común en la entidad.
Y este mensaje fue expresado contundentemente en el Teatro de la República, el pasado 11 de julio, por el senador panista Alfredo Botello, en su informe de actividades legislativas.
En este recinto histórico, que albergó a representantes de distintos poderes, sectores, partidos y autoridades actuales y electas —así como a un buen número de amigos—, Botello convocó: “Seamos valientes. Con profundo amor a la patria y visión de Estado, defendamos lo que tenemos en Querétaro, lo que juntos hemos construido: un buen gobierno y una mejor sociedad”. Y agregó: “Defendamos la política…Defendamos el bien y la bondad…Defendamos lo que queremos para México”.
Se expusieron criterios que lamentablemente no suelen escucharse con frecuencia, sobre todo ante la grave situación nacional y la politiquería oficialista que protege a demagogos, populistas y autoritarios.
Al recuperar varias de sus actividades en el senado, Botello puntualizó: “Critiqué el manejo del tema de la llamada Santa Muerte porque yo, como la mayoría del pueblo de México, creo en Dios y en la Virgen de Guadalupe”.
También mostró abiertamente algunas maniobras del morenismo y sus múltiples descalabros.
Cierto, aseguró, “tienen triunfos electorales, pero corrompiendo la vida pública: engañando, ocultando, encubriendo y simulando, violando el Estado de derecho y las reglas democráticas para conservar y acumular poder a cualquier precio, incluyendo los desajustes en las finanzas públicas. Son notables sus abusos y excesos de poder, además de su desprecio por la ley, pero permanecen en la impunidad”.
Y sostuvo: “todo ello para tratar de ocultar evidentes fracasos en seguridad, salud, educación, migración, deporte, derechos humanos, legalidad, libertad de expresión, entre muchos otros. Además, por supuesto de sus afanes por debilitar los marcos legales e institucionales democráticos que exigen supervisión y control, límites y contrapesos, rendición de cuentas y ejercicio de la autocrítica de cara a la sociedad”.
En su discurso —donde afirmó que “primero es la patria, la verdad, el bien común, la ley y la paz”—, manifestó que “la esperanza democrática permanece y se renueva” mientras existan gobiernos como el que encabeza Mauricio Kuri González.
No es frecuente asistir a eventos donde se proponga la rehabilitación de la política desde una visión trascendente. La política, mencionó, “debe ser un medio serio y profesional de cohesión social que permita servir para construir con autoridades que deben buscar el bien y no sólo el voto”.
El planteamiento fue privilegiar la política, con identidad y desde la verdad, la ética y el realismo; y a través de la escucha, el diálogo, la conciliación y los acuerdos, para evitar la confrontación.
Construir y defender a Querétaro debiera ser prioridad de bien común.