Miguel Ángel Vichique

Indignación por ejecución anunciada

Sería bueno que entre las causas integraran la complicidad de políticos con criminales

El asesinato de Carlos Manzo, alcalde independiente de Uruapan, genera un amplio repudio social contra las autoridades, debido a la falta de apoyo al hoy occiso en su lucha frontal por brindar seguridad y justicia a sus gobernados. Se suma a muchos otros en Michoacán —como el del dirigente limonero Bernardo Bravo y el de Alejandro Torres Mora, sobrino del también ejecutado fundador de autodefensas en esa entidad, Hipólito Mora—, donde el crimen organizado ha actuado con innegable impunidad.

Fue un líder con alta popularidad —del Movimiento del Sombrero—, precisamente por su valentía y propuestas de mano dura, al punto de ser considerado candidato natural para la gubernatura contra Morena. En repetidas ocasiones, de manera pública, había solicitado ayuda al gobierno federal y estatal, y también reclamado por la falta de la misma. Avisó que lo querían matar y, finalmente, lo hicieron.

La indignación creció y se multiplicaron las protestas en Morelia, Uruapan y Apatzingán. Entre las consignas, se escucharon: “¡Él no murió, el gobierno lo mató!”; “¡Queremos paz!”; “¡Fuera Morena!”, y “¡Fuera Sheinbaum!”

El gobierno ha intentado acallar la inconformidad y críticas por la falta de respaldo; y evitar la exhibición de la fallida estrategia de seguridad en ese estado, como en otros. Ha pasado de repartir culpas; señalar como responsable a Calderón —a quien, se recuerda, Lázaro Cárdenas Batel, hijo de Cuauhtémoc Cárdenas y actual jefe de Oficina de Presidencia de Sheinbaum, le pidió la intervención del Ejército porque estaba rebasado por la inseguridad, cuando era gobernador—; a la prensa; acusar el pasado; sostener que defienden las causas; y ofrecer el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”.

Sería bueno que, por fin, entre las causas integraran la complicidad de políticos con criminales.

Intentan evadir responsabilidades —también por el abandono lopezobradorista—; mientras la población exige acabar con robo, extorsión, secuestro, amenazas y demás mecanismos criminales.

“Manzo rompió con el partido oficialista, Morena se empezó a contaminar de lo peor del PRI, de lo peor del PAN, de lo peor del PRD, de lo peor de la delincuencia y no lo quieren reconocer. Por eso, en el pecado llevarán la penitencia. Van a perder Michoacán y, si no se componen, van a perder el poder político en México”.

Se había enfrentado al gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, quien fue corrido del velorio. “¡Fuera asesino!”, le gritaron.

Bedolla —señalado por presuntos vínculos con el crimen organizado—, fue designado abanderado morenista en sustitución de Raúl Morón Orozco, a quien el TEPJF le canceló su candidatura.

El diputado Carlos Tafolla sostuvo: “su muerte fue una ejecución anunciada”, y, sobre Sheinbaum, agregó: “usted no puede decir que no sabía, Carlos Manzo le pidió ayuda y usted no lo recibió”.

La viuda, Grecia Quiroz, nueva alcaldesa de Uruapan, explicó que quitaron un líder, pero dejaron un héroe, y en 2027 “les vamos a dar ese voto de castigo”.

Consultor. Doctor en Comunicación, y en Ciencias Políticas y Sociales.

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