En el marco del Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2026, fueron aprobadas diversas reformas en materia tributaria con el objetivo de fortalecer la recaudación, fomentar el cumplimiento voluntario y modernizar los mecanismos de control fiscal. Los cambios aprobados se orientan principalmente a la actualización de tasas, la continuidad de programas de regularización y el fortalecimiento de las facultades de fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Una de las medidas más relevantes es la actualización de la tasa de recargos aplicable al pago de créditos fiscales, tanto en parcialidades como en prórroga, con la finalidad de ajustar su cálculo al comportamiento de las tasas de interés y la inflación. Con ello se pretende incentivar el pago oportuno de las contribuciones y reducir los costos derivados del incumplimiento, al tiempo que se garantiza una mayor equidad entre contribuyentes.
Asimismo, se determinó la continuidad del programa de regularización fiscal dirigido a personas físicas y morales, el cual permitirá a los contribuyentes con ingresos totales no mayores a 300 millones de pesos acceder a beneficios como la condonación del 100 por ciento de multas, recargos y gastos de ejecución, siempre que liquiden el adeudo principal en una sola exhibición. Este esquema, implementado originalmente en 2025, busca facilitar la incorporación de contribuyentes rezagados, fomentar el cumplimiento voluntario y mejorar la recaudación sin recurrir a nuevos impuestos.
En materia de Impuesto sobre la Renta, se ratifican los límites a las deducciones personales, que continuarán topadas al menor entre el quince por ciento del ingreso anual o cinco veces la Unidad de Medida y Actualización. También se propone una actualización en la tasa de retención provisional por intereses, a fin de reflejar el comportamiento del mercado financiero y evitar distorsiones entre los ingresos reales y los montos retenidos.
El SAT contará con nuevas herramientas tecnológicas y mayores facultades de revisión para detectar la emisión o recepción de comprobantes fiscales simulados o falsos.
En este sentido, la autoridad podrá restringir o cancelar temporalmente los certificados de sello digital y realizar verificaciones electrónicas en tiempo real para validar la emisión de estos comprobantes.
Se confirma además la entrada en vigor del CFDI versión 5.0, que incluirá campos adicionales para garantizar la trazabilidad de las operaciones y la identificación del beneficiario final.
De igual manera, se fortalecen los controles sobre el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) y las plataformas digitales, las cuales deberán proporcionar información sobre las transacciones realizadas por sus usuarios, a fin de evitar la evasión y asegurar un tratamiento fiscal equitativo.
Todas estas disposiciones entrarán en vigor el 1 de enero de 2026, por lo que los contribuyentes deberán prepararse para cumplir con las nuevas obligaciones.
Con estas reformas, el Gobierno federal busca consolidar un sistema tributario más moderno, equitativo y transparente, enfocado en fortalecer la recaudación y promover el cumplimiento voluntario.

