Podemos estar de acuerdo o no con el trabajo de Claudia Sheinbaum al frente del Poder Ejecutivo Federal. Podemos identificarnos o no con su postura política. Podemos confiar o no en su capacidad, pero lo que es innegable es que la noche del 15 de septiembre de 2025 fue una noche histórica para ella y para nuestro país.
La conmemoración de la independencia de México, que se celebró por primera vez en 1896 por órdenes de Porfirio Díaz, siempre había sido presidida por un hombre. En 2025 eso cambió. Por primera vez, en el balcón presidencial, una mujer tocó la Campana de Dolores.
En el 215 aniversario de la Independencia, en una ceremonia llena de simbolismos, la Presidenta de México rompió con siglos de tradición. Vestida de morado, el color del feminismo, Claudia Sheinbaum, recibió el lábaro patrio de una escolta integrada únicamente por mujeres cadetes del Ejército.
La mandataria llegó acompañada por su pareja, Jesús María Tarriba quien, contrario a lo ocurrido en años anteriores, no tuvo un papel protagónico en el festejo. Algo muy distinto a las fiestas en las que la Gaviota, Martita y Beatriz Gutierrez-Müller acompañaron a sus esposos, siempre sonrientes y saludadoras.
Durante la arenga (mucho más corta que las de López Obrador), la Presidenta se enfocó en destacar el papel histórico de las mujeres en la historia y vida política de nuestro país. Inició saludando a las mexicanas y mexicanos, algo que nunca había ocurrido antes, porque los presidentes anteriores, desde una visión androcéntrica, siempre utilizaron el masculino genérico para dirigirse a la nación.
La presidenta vitoreó la independencia, la justicia, la libertad y la democracia pero también la igualdad y la dignidad del pueblo de México. A los nombres de Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Ignacio Allende y Vicente Guerrero sumó a Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y Manuela Molina, “La Capitana”. Además nombró a Josefa Ortiz, quitando por primera vez de su apellido el “de Domínguez” devolviéndole, junto con el Téllez-Girón, su lugar en la historia por derecho propio. Otra mención importante fueron las heroínas anónimas, las que nos dieron patria, las mujeres indígenas y nuestras hermanas migrantes.
En el desfile militar, flanqueada por los secretarios de la Defensa Nacional y la Marina, la Comandanta Suprema (así con A) de las Fuerzas Armadas, pasó revista a las tropas que marcharon ante el pueblo de México, algo nunca visto y que coloca a nuestro país en el selecto grupo de naciones encabezadas por mujeres, que, en nuestro continente se limitan a Violeta Barrios, en Nicaragua; Mireya Moscoso, en Panamá; Michelle Bachelet, de Chile; la argentina Cristina Fernández, la costarricense Laura Chinchilla, Dilma Rousseff, en Brasil, y la hondureña Xiomara Castro.
Claudia Sheinbaum se ha ganado un lugar en la historia. Y todo México con ella.
Titular de Aliadas Incidencia Estratégica e integrante de la Red Nacional de Alertistas. X: @mcruzocampo
FB: maricruz.ocampo