Con la elección de Xóchitl Gálvez o Claudia Sehinbaum, como futura presidenta de México, nuestro país pasará a formar parte de selecta lista de naciones que han sido gobernadas por una mujer.

De acuerdo con ONU Mujeres, a enero de 2024, 28 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno, esto equivale al 11% de los países que integran las Naciones Unidas y tan sólo en 13 países hay gabinetes igualitarios, entre ellos el nuestro.

Sin duda el avance político de las mujeres ha tomado mayor fuerza en las primeras décadas del Siglo XXI. Sin embargo, la lucha por la reivindicación de los derechos político electorales de las mujeres es una lucha de cientos de años. La primera marcha de mujeres se remonta a la Inglaterra de 1649, cuando The Levelers (Las Niveladoras), un movimiento político radical de mujeres, marcho exigiendo participar en la toma de decisiones políticas. En México, en 1823, un grupo de mujeres exigió se incorporara el reconocimiento al voto de las mujeres en la primera Constitución de nuestro país.

Desde finales Siglo XIX y durante el Siglo XX los movimientos sufragistas de mujeres lograron el derecho al voto en la mayoría de los países del orbe, siendo Nueva Zelanda el primer país en reconocer el derecho de las mujeres al sufragio universal. En México, en 1916 se realizaron los primeros congreso de mujeres feministas, en los que el tema central fue el derecho a la participación política. Entre las líderes del movimiento sufragista mexicano encontramos a Elvia Carrillo Puerto y a Hermila Galindo, sin embargo, ninguna de ellas vivió para ver convertido en principio constitucional el sufragio femenino en México, que se logró con la reforma al artículo 34 el 19 de octubre de 1953.

Durante las últimas décadas del Siglo XX el movimiento feminista, logró que la comunidad internacional incorporará la participación política de las mujeres como parte de la agenda de la Organización de las Naciones Unidas. Así, en la 4a Conferencia Mundial de las Mujeres, realizada en Beijing, los países ahí representados se comprometieron a alcanzar la participación igualitaria de mujeres y hombres en la toma de decisiones para fortalecer la democracia. En México, diversas reformas a la ley electoral obligaron a los partidos políticos a impulsar candidaturas de mujeres. Con la reforma al artículo 35 Constitucional del 6 de junio de 2019, se obliga a los partidos políticos a promover candidaturas paritarias para todos los cargos de elección popular.

Es cierto, queda mucho por hacer para lograr la paridad sustantiva. Sin embargo como nación debemos celebrar que, tras un largo camino, el 2 de junio de 2024, quienes acudamos al llamado, elegiremos a la Primera Presidenta de México. Ese día, las y los mexicanos, cambiaremos nuestra historia.

Maricruz Ocampo

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