Maricruz Ocampo Guerrero

La enseñanza del derecho debe cambiar

En nuestro país, la práctica del Derecho continúa siendo una de las profesiones más demandadas entre las personas jóvenes que están decidiendo su futuro así como entre las personas adultas que buscan mejorar su calidad de vida a través del desarrollo profesional. El gran número de estudiantes de Derecho matriculados el país (402 mil en 2022) nos obliga a cuestionar la calidad de la educación, especialmente ante los nuevos retos que enfrentamos las y los abogados debido a la nueva reforma judicial, a cambios en la ley de amparo y al advenimiento en 2027 del nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, entre muchos otros.

En su libro Cartas a un Profesor de Derecho, el Dr. Miguel Carbonell cuestiona la forma en qué se debe enseñar el Derecho a las y los estudiantes del Siglo XXI. Considero que lo primero es dejar de lado la idea de que, cualquier persona por más conocimientos y títulos que tenga, puede pararse frente a un grupo a dar clases.

En México, el Derecho sigue impartiéndose desde una postura tradicional que omite preguntar "para qué se enseña, que enseñar y cómo hacerlo", desde programas arcaicos que desdeñan el pensamiento crítico. De acuerdo con María del Pilar Hernández, "La enseñanza en nuestro país ha sido considerada como de corte tradicional; en donde el docente es el que única y exclusivamente domina los contenidos, y los sujetos motivados se limitan a ser meros receptores, amén de poner en juego más que la capacidad de razonamiento, la memoria".

Adicionalmente, en las ciencias sociales, especialmente en el Derecho, pareciera existir un rechazo natural contra el uso de nuevas tecnologías. Esto lo podemos observar en la negativa tajante de muchos y muchas profesoras para comprender e incorporar en sus clases, a la inteligencia artificial como una herramienta educativa.

Además, en la enseñanza tradicional del Derecho, muchos profesores y profesoras evitan considerar la realidad y experiencias que aquejan a grupos poblacionales que han visto vulnerados sus derechos de forma reiterada y que no han gozado de oportunidades para acceder a una educación de calidad o que enfrentan obstáculos infranqueables. Tal es el caso de las mujeres que han vivido discriminación, desigualdad y violencia, sustentadas en prejuicios y estereotipos socio culturales, que las colocan en una posición de desventaja frente a sus compañeros al momento de hacer tareas, entregar trabajos, etc.

La impartición del conocimiento, trae consigo una gran responsabilidad que nos obliga a buscar más allá de nuestra comodidad. Si la voz del profesor o profesora es monótona, su exposición complicada y poco atractiva, su lenguaje corporal denota "aburrimiento" y limita la participación activa de las y los alumnos, convertirá su clase en una tortura, igual que las clases del Profesor Binns de Harry Potter, que eran tan aburridas, que ni él mismo se dio cuenta de que murió en su silla y se convirtió en fantasma.

Titular de Aliadas Incidencia

Estratégica e integrante de la

Red Nacional de Alertistas.

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