Hace dos semanas te conté acerca del panel central del tríptico del Jardín de las Delicias de El Bosco. En esta ocasión te contaré acerca del significado de algunos elementos y composición del tercer y último panel, el cual está dedicado al infierno donde los castigos de los restantes pecados capitales tienen cabida.
A comparación de los otros dos, este panel se caracteriza por su paleta de colores oscura, con esto el artista buscaba propiciar un ambiente tenebroso donde la esperanza es inexistente y la oscuridad reina. Debido a la sombría atmósfera que provocan los colores, se pueden identificar tres niveles compositivos, cada nivel nos presenta nuevas figuras humanas y animales. El primer nivel nos introduce una ciudad en llamas, en la cual la gente trata de escapar sin éxito; esta escena despliega un sentimiento de desesperación ante la posibilidad de agonizar en las llamas, asimismo se observa la presencia de diferentes tropas que pareciera van en camino a la batalla. Esta escena se enlaza con la vida personal del artista, ya que cuando tenía tan sólo 13 años de edad presenció un incendio que arrasó con miles de hogares en su ciudad natal. Se podría decir que esta escena es un homenaje al infierno que vivió en vida ,al ver cómo las llamas de aquel incendio consumieron miles de vidas, esto también explicaría la presencia de las tropas haciendo referencia a la devastación y desolación que las guerras provocan en el mundo.
En el segundo nivel se observan algunos pecadores siendo castigados; sin embargo, sobresale una figura blanca de entre las sombras, esta figura mitad humana, mitad árbol es un enigma por su reluciente mueca y protagonismo dentro de la composición. Su sonrisa es tan particular que parece que está disfrutando de la tortura, es que acaso ¿es esta figura quien maneja el infierno? ¿Y de dónde vendrá su color blanco reluciente? ¿Será blanco porque absorbe la poca esperanza que tienen los condenados? ¿Es acaso Belcebú?
La última zona es posiblemente la más cruda y rítmica en cuestión de castigos, ya que los condenados están siendo torturados por instrumentos musicales, quiero contarte de uno en particular, se encuentra escondido en la esquina inferior derecha, en donde se muestra un cerdo usando un hábito de monja, el cual está susurrándole algo a un hombre mientras que lo obliga a firmar un papel, ¿acaso será una indulgencia? ¿O será un contrato para vender su alma? La intención de la figura es malvada, ya que, si le damos zoom a ésta, podemos ver desdén y malicia en ese ojo medio abierto mientras besa al condenado.
El arte siempre se ha distinguido por ser una expresión mucho más libre que las demás disciplinas, pero en este caso El Bosco nos ha demostrado que la creación artística es una disciplina estructurada, donde el análisis de un esquema compositivo, el contexto histórico y personal, la investigación y la intención juegan roles importantes para que una pieza de arte se convierte en una obra maestra. Esta es la última columna dedicada a este grandioso tríptico, espero que la hayas disfrutado tanto como yo disfruté escribirlas. Pero ¿tú qué opinas? ¿Crees que la pintura es abrumadora? ¿Cómo interpretaste tú las figuras?
*Lic. en Historia del Arte y Curaduría