Entre los muchos estudios que se realizan al inicio del embarazo, uno de los más sencillos pero más importantes es conocer el grupo y el factor Rh de la sangre materna. Todos tenemos un grupo sanguíneo (A, B, AB u O) y un factor Rh, que puede ser positivo o negativo. El Rh es una proteína que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos. La mayoría de las personas son Rh positivo, pero alrededor del 15 % son Rh negativo. Esta diferencia, puede tener grandes implicaciones durante el embarazo.
Si una mujer es Rh negativa y su bebé es Rh positivo (porque heredó el factor del papá), su organismo puede reconocer los glóbulos rojos del bebé como “extraños” y formar anticuerpos contra ellos. Esto se conoce como incompatibilidad Rh. En el primer embarazo, usualmente no hay problema, pero en embarazos posteriores esos anticuerpos pueden atacar los glóbulos rojos de bebé y causar anemia fetal e incluso muerte intrauterina si no se detecta y trata a tiempo.
Afortunadamente, existe una forma muy efectiva de prevenirlo: una inyección de inmunoglobulina anti-D, que se aplica alrededor de la semana 28 y nuevamente después del parto (si bebé resulta Rh positivo). Este tratamiento evita que el cuerpo de la madre produzca anticuerpos y protege a los embarazos futuros. También se indica en casos de sangrado durante el embarazo, abortos o procedimintos invasivos, siempre que la madre sea Rh negativa.
Conocer el grupo sanguíneo y el factor Rh no solo sirve para detectar incompatibilidades. También puede ser crucial en una emergencia obstétrica, cuando se necesita una transfusión rápida, o para identificar condiciones poco frecuentes como la incompatibilidad ABO, que a veces provoca ictericia neonatal.
Saber tu tipo de sangre es una de las formas más simples y poderosas de cuidar tu salud y la de tu bebé. Es un estudio que se realiza una sola vez, al inicio del embarazo, pero sus resultados acompañarán toda tu vida reproductiva. Pregunta siempre en tu control prenatal si ya está registrado y, si eres Rh negativa, asegúrate de recibir la profilaxis correspondiente.
