Cuando pensamos en preparación para el embarazo, casi siempre la atención se centra en la salud de mamá: alimentación, vitaminas, hábitos. Pero cada vez más estudios nos recuerdan algo muy importante: la salud del futuro papá también influye en la salud de bebé. Sabemos que el 50% de la información genética de bebé viene de papá, pero la influencia paterna va mucho más allá de los genes. Los hábitos, el estilo de vida e incluso algunas condiciones médicas pueden impactar la fertilidad, el desarrollo del embarazo y la salud a largo plazo del hijo.

-Fertilidad y calidad del esperma: El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a tóxicos, una mala alimentación o la falta de sueño pueden afectar la calidad del esperma. No solo puede costar más trabajo lograr el embarazo, sino que algunos daños en el ADN espermático se han relacionado con mayor riesgo de ciertas complicaciones en la descendencia.

-Edad paterna: Al igual que la edad de mamá, la edad de papá también juega un papel importante. Padres mayores de 40 años pueden tener un riesgo ligeramente mayor de transmitir ciertas alteraciones genéticas y se ha observado relación con algunos trastornos del neurodesarrollo en los hijos.

-Enfermedades crónicas: Diabetes, hipertensión, obesidad o problemas hormonales en el papá pueden impactar tanto en la fertilidad como en la salud futura de bebé. Por ejemplo, la obesidad paterna se ha relacionado con mayor riesgo de obesidad infantil y problemas metabólicos.

-Factores epigenéticos: Hoy sabemos que no todo es “código genético”. Los hábitos y el estilo de vida de papá antes de la concepción pueden dejar “marcas” en los genes del esperma que influyen en cómo se expresan ciertas características en bebé. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar sustancias tóxicas pueden mejorar este perfil epigenético.

-Vacunas y salud general: Revisar el estado de vacunación, descartar infecciones de transmisión sexual y atender problemas médicos no solo cuida al papá, también protege a mamá y a bebé durante el embarazo.

Prepararse para un embarazo es tarea de dos. Así como recomendamos a las futuras mamás tomar ácido fólico, acudir a revisión médica y cuidar sus hábitos, los papás también pueden y deben involucrarse en su propia salud reproductiva. Un estilo de vida saludable, chequeos médicos y una participación activa antes y durante el embarazo pueden marcar una diferencia en la historia de sus hijos.

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