¿Y si algo no está bien con mi bebé? ¿Será normal lo que estoy sintiendo? ¿Voy a saber qué hacer cuando nazca? Durante el embarazo, estas y muchas otras preguntas aparecen en la mente con frecuencia, incluso en mujeres que se sienten emocionalmente estables. La ansiedad en el embarazo es común, pero no por eso debe pasarse por alto.
El embarazo implica cambios físicos, hormonales y emocionales. Es una etapa de expectativas e ilusiones, pero también de incertidumbre. Aunque muchas mujeres reciben apoyo y acompañamiento, muchas otras se enfrentan a presiones externas y juicios. Además, la idea social del “embarazo perfecto” puede generar culpa cuando las emociones no coinciden con ese ideal. Desde el punto de vista biológico, también hay factores involucrados: el aumento de ciertas hormonas puede hacer más sensible al sistema nervioso y amplificar las emociones.
Se estima que entre el 15% y el 25% de las mujeres embarazadas presentan síntomas significativos de ansiedad. En algunas, la ansiedad puede ser una respuesta transitoria y adaptativa, mientras que en otras, puede interferir con el sueño, el apetito, la relación de pareja o el funcionamiento en la vida diaria.
La ansiedad persistente y no tratada en el embarazo se ha asociado con mayor riesgo de complicaciones tanto para mamá como bebé. Puede aumentar el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer o dificultades en el vínculo afectivo con el recién nacido. Además, se relaciona también con un mayor riesgo de depresión posparto.
Pero aquí lo más importante: la ansiedad en el embarazo tiene tratamiento, y pedir ayuda es un acto de cuidado, no de debilidad.
¿Qué puedo hacer si me siento así?
-Habla de lo que sientes. No te lo guardes. Hablar con tu pareja, amigos, tu médico o una terapeuta puede ser un primer paso valioso.
-Infórmate sin saturarte. Elegir fuentes confiables evita caer en el espiral de desinformación que muchas veces alimenta la ansiedad.
-Haz pausas para ti. Actividades simples como caminar, respirar profundo, escribir o escuchar música pueden ayudarte a reconectar contigo.
-Busca acompañamiento profesional. Psicólogos perinatales o psiquiatras especializados pueden ayudarte con estrategias efectivas y seguras.
Hablar de salud mental en el embarazo es urgente. Es momento de dejar de idealizar esta etapa como solo “mágica” y reconocerla como compleja y humana. Aceptar tus emociones, buscar apoyo y cuidar tu bienestar emocional no solo es válido, es necesario.