Este año nuestro país enfrenta un inesperado regreso del sarampión, una enfermedad que se creía erradicada. Hasta este momento se han reportado más de 4,300 casos confirmados y 17 muertes. Para contener este problema, la Secretaría de Salud lanzó una campaña de vacunación gratuita masiva para personas de entre 6 meses a 49 años, incluyendo brigadas móviles y centros de salud, sin necesidad de cartilla de vacunación. La buena noticia: la vacuna SRP (triple viral) es altamente segura, muy efectiva y esencial para detener la propagación de la enfermedad.

¿Y si estás pensando en embarazarte?

Este punto es especialmente importante: aunque la vacuna es segura, no se debe aplicar durante el embarazo y se recomienda esperar al menos 1 mes después de recibirla para buscar embarazo, aunque algunas guías mencionan un margen de seguridad de hasta 3 meses.

¿Por qué esta pausa?

La vacuna SRP está hecha a partir de virus vivos atenuados. Esto significa que contiene virus que han sido debilitados en el laboratorio: no pueden causar la enfermedad, pero sí activan al sistema inmunológico. En una mujer no embarazada, esto es completamente seguro. Pero en el embarazo se prefiere evitar incluso el riesgo más mínimo, por lo que se recomienda no aplicarla en ese periodo.

¿Y qué pasa con otras vacunas?

No todas las vacunas funcionan igual. Las de virus vivos atenuados (como SRP o varicela) no se aplican en el embarazo. En cambio, las vacunas de virus inactivados (como influenza) o de proteínas y toxoides (como TDPA contra tétanos, difteria y tos ferina) sí son seguras y, de hecho, se recomiendan durante el embarazo porque protegen tanto a la mamá como al bebé.

Si no estás vacunada contra sarampión, hazlo para proteger tu salud y la de quienes te rodean. Y si planeas un embarazo, espera al menos un mes después de recibir la vacuna para hacerlo de la forma más segura posible. Con la prevención correcta y una planeación consciente, avanzamos en erradicar nuevamente esta enfermedad.

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