¿Qué es un líder? Según la RAE, un(a) líder es una “persona que dirige u orienta a un grupo, que reconoce su autoridad (…) persona, equipo o empresa situados a la cabeza en una clasificación”. Pero un líder es más que eso. Estoy convencida de que hay personas que nacieron para estar cerca de la gente, con vocación de servicio y que con el paso del tiempo se vuelven indispensables, siempre al pendiente de lo que sucede a su al rededor, conscientes y, en ocasiones, víctimas de la difícil labor que resulta encabezar un grupo de personas, en varias ocasiones he podido escuchar: “María, ya no aguanto… tendré que retirarme, esto no deja nada bueno”, refiriéndose a la serie de complicaciones y problemas que surgen al momento de liderar, de encabezar. Resulta más complicado abandonar eso que por años han hecho. Conozco líderes que llevan décadas al frente de sus vecinos, y es que, después de tanto tiempo, se ha hecho parte de ellos, parte de sus vidas, es algo tan arraigado que no se puede dejar así nada más.
A lo largo de estos años, he conocido a muchas personas con un brillo especial, personas únicas, entregadas al servicio, personas a las que sus vecinos acuden en caso de emergencia, personas que buscan soluciones y beneficios para su colonia o comunidad, personas cuyo fin último es obtener un beneficio para sí, líderes que día con día trabajan por y para sus vecinos. En cada colonia, en cada comunidad viven ciudadanos que se convierten en ojos y oídos de sus representantes, pero también en voz y voto de sus vecinos, los representados. De esos líderes natos quedan pocos, personas realmente comprometidas con el lugar en el que viven y no con el beneficio que puedan obtener, personas que con el paso del tiempo se convierten en aliados y compañeros de lucha, pero sobre todo en amigos. No importa lo que suceda, al final lo único que nos queda es la amistad que por años hemos forjado, amistad que no acaba con el cambio de administración o el final de la gestión.
Reconozco y valoro la importancia de todas y cada una de esas personas que convierten sus hogares en una extensión de nuestra oficina, gracias por ser de esos poquitos que prefieren servir en lugar de servirse. A todas y a todos mi más sincero agradecimiento por el acompañamiento constante, gracias por su entrega y compromiso, por su paciencia, por regalarnos un poco de su tiempo, por la calidez con la que siempre nos reciben. De manera muy especial quiero agradecer a la señora Esther Balcazar Cuevas —Esthercita, como le gustaba que le dijeran— quien vivirá por siempre en nuestros corazones, un abrazo hasta el cielo. ¡Gracias por tanto!
Diputada local por PANAL