El debate presidencial de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon es considerado uno de los momentos icónicos en la historia política de Estados Unidos. Fue el primer debate presidencial televisado en la historia del país y marcó un antes y un después en la forma en que los debates impactan la percepción pública de los candidatos.

Antes de 1960, los debates y discursos políticos se transmitían principalmente por radio o se reportaban en periódicos. La televisión introdujo un nuevo factor: la imagen visual de los candidatos, lo que cambió drásticamente la forma en que el público evaluaba a los políticos.

Con el paso del tiempo, los debates se han constituido en uno de los elementos centrales de las campañas electorales, ofreciendo a las y los candidatos una plataforma para presentar su visión de gobierno ante un amplio público.

Sin embargo, la era digital ha transformado la manera en que los debates impactan al electorado. Las redes sociales y las plataformas de transmisión en línea no solo han ampliado el alcance de estos eventos, sino que también han facilitado la discusión y el análisis en tiempo real. Estos espacios de análisis y discusión (post-debates) pueden, en ocasiones, ser tan relevantes como el ejercicio en sí mismo.

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la interpretación y narrativa de lo sucedido durante el debate. La forma en que los periodistas, comentaristas y analistas discuten el desempeño de las y los candidatos, sus respuestas y sus interacciones puede influenciar significativamente en la percepción pública.

Con frecuencia, el foco se pone en momentos específicos o declaraciones impactantes, los cuales pueden ser sacados de contexto o magnificados. Además, los post-debates suelen ser centrales para establecer la percepción de quién “ganó” o “perdió” el debate, lo cual no siempre se correlaciona directamente con el contenido o la calidad de las argumentaciones presentadas.

En la era digital, los post-debates se extienden rápidamente a través de las redes sociales, donde clips, memes y análisis pueden viralizarse, ampliando el alcance del impacto del debate.

De acuerdo con el Análisis del Voto 2000-2018 de Consulta Mitofsky, el perfil del electorado se ha modificado sustancialmente en lo que va del siglo. Hasta 2012, el 50% del electorado afirmaba votar siempre por el mismo partido; en 2018, se redujo al 13%. Aunado a ello, el porcentaje del electorado que decide su voto en la semana previa a la elección pasó de 10% en 2000, a 12% en 2006, a 14% en 2012 y a 24% en 2018.

La transformación del perfil del electorado revela un panorama marcado por una disminución significativa de la lealtad partidista y un aumento en la deliberación por parte del electorado. Este escenario reta a las personas candidatas a elevar el nivel de su discurso y a la ciudadanía a ejercer su voto con la profundidad de análisis que el contexto demanda.

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