—Trae las bolsas del mandado, ¡y ponles adentro varias bolsitas de plástico! ¿En verdad la gente creerá que prohibiendo dar bolsas de plástico en los mercados y en los súper se va a acabar el problema de la contaminación?
—¡Claro que sí! Si no nos dan bolsas, no las tiramos y así no se tapan las alcantarillas y no nos inundaremos, y los peces vivirán más. ¿Por qué pones ojos de huevo cocido?
—Hijo, los únicos ganones al no regalar bolsas de plástico, son los comerciantes. Se ahorran un buen de dinero, y a nosotros no nos hacen ningún descuento, porque de todas formas tenemos que comprarlas y salen más caras, porque antes siempre reciclábamos las bolsas para la basura y ahora tenemos que comprarlas, ¡aparte!
—Bueno, eso sí suena lógico…
—Y si te fijas en la basura de las alcantarillas, lo que menos hay son bolsas de plástico. Pero qué tal los cerros de botellas de refrescos, cajas de leches, lechitas y juguitos, y todos esos vasitos de plástico de yogures, todo eso que le dicen tetrabrick y pet, ¡ahí están haciendo un mar de plástico! Y esas, ¿cuándo las van a prohibir?
—Pero si prohíben esos envases, ¿en dónde vamos a transportar las cosas?
—¡En envases de vidrio o en topers! ¡Que nos den bolsas de papel! Antes uno llevaba sus botellas de vidrio para la leche y los refrescos, los jugos eran naturales, las bolsas que nos daban eran de papel, y también las reutilizábamos como bolsas para la basura.
—¿En serio andaban cargando con todas esas botellas para arriba y para abajo? ¡Qué flojera!
—¡Ese es el punto! ¡Ahora todo lo quieren conseguir con el menor esfuerzo! Y si no quieren que nos den bolsas de plástico, ¡que los obliguen a dar bolsas biodegradables! Yo no les creo nada, ¡ahí hay una tranzota! Pero donde ya no se va a poder hacer tranza es con la marihuana. Ya no va a haber intermediarios. Tú solito siembras, riegas, cosechas y consumes.
—¿En serio?
—Sí. Cada quien en su azotea o en su patio, siembran el tipo de marihuana que más les guste y se la fuman, ¡limpia de sangre!
—Pero, ¡eso estaba prohibido!
—Y sigue estándolo, ¡por eso tienes que pedir permiso!
—¿A quién?
—Lo que tengo entendido es que cualquier ciudadano que quiera consumir marihuana sin llegar a tener problemas con la ley, tiene que ir a la COFEPRIS (*) y pedir permiso, y si no se lo dan, cualquier juez da un amparo. Pero eso sí, ¡no la pueden vender!, es nomás para consumo personal.
—¿O sea que ya te pueden dar permiso para que te drogues?
—No termino de convencerme si cuando fumas marihuana te estás drogando, o es igual a cuando te tomas una cerveza, o un Red Bull. Según la OMS (**) la marihuana no es una droga, y es que no tiene ningún compuesto químico, a diferencia de las tachas, la cocaína, el LSD o los inhalantes, ¡incluso del alcohol o el cigarro! ¿Por qué pones esa cara?
—Pienso que a lo mejor ahora todos los chavitos van a fumar marihuana todo el tiempo.
—Hijo, tú como joven, ¿en verdad ves así el asunto? Mira, la marihuana ha existido toda la vida. Desde inicios de los 70’s a mí me la ofrecían, y nunca quise aceptar. En las fiestas muchos de mis amigos fumaban, y no pasaba nada, nunca me obligaron a fumarla y mucho menos a venderla.
—Suena lógico que la marihuana, que no tiene químicos, no sea una droga, contrariamente al cigarro que dicen que hasta veneno para ratas tiene. Y otro montón de porquerías. ¿Entonces a cualquiera le dan permiso?
—Como las películas pornográficas: solo para mayores de edad. El día que a ti te ofrezcan, tú decidirás si aceptas o no.
—Pero antes, lo consultaré contigo, ambos ya somos mayores de edad, y a lo mejor fumamos juntos.
(*) COFEPRIS: Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, vinculada al
Departamento de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud.
(**) OMS: Organización Mundial de la Salud.